¿Viajas a Francia? Entonces, asegúrate de hacer un espacio en tu agenda para visitar la ciudad de Burdeos.
Ubicada al sudoeste de Francia, es la capital de la región Aquitaine y la sexta ciudad más importante de Francia después de París, Marsella, Lyon, Lille y Toulouse. Atravesada por el río Garona, promete sorprenderte con sus edificios antiguos, imponentes monumentos e históricas plazas, que reciben al año a miles de turistas y estudiantes extranjeros.
Si has planeado un viaje a Francia, Burdeos es una parada obligatoria. Aquí, 10 razones por las que debes visitarla.
1. LA RUE SAINT CATHERINE
En un extremo de la calle Saint Catherine se encuentra la Plaza de la Victoria, popular por sus bares y por el par de tortugas gigantes de hierro colado que se encuentran en su centro, y al otro extremo se haya la Plaza de la Comedia, donde está ubicado el Gran Teatro.
Construida sobre una antigua vía romana, tiene más de un kilómetro de extensión, lo que la convierte en la avenida comercial más larga de Europa. Si la recorres, podrás encontrar todo tipo de tiendas de ropa (a precios variados), accesorios, restaurantes y hasta músicos callejeros. Al llegar al final y darte la vuelta, verás que la larga calle parece tomar la forma de una gran serpiente, debido a que está construida en subida.
2. EL VINO, POR SUPUESTO
Burdeos es la segunda región vinícola más grande de Francia. Actualmente, se elaboran más de 700 millones de botellas de vino cada año, con una gran variedad de tipos: los blancos dulces, los tintos y los rosados y espumosos, entre otros que podrás degustar durante tu estancia.
Además, puedes contratar tours que te permitirán conocer los extensos viñedos, las bodegas y los castillos ubicados en sus alrededores. Puedes realizar rutas en carro, bicicleta a caballo y a pie. En el viñedo de Saint-Emilion, por ejemplo, es posible recorrer el lugar en un tren turístico.
3. EL ESPEJO DE AGUA
Declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, este espejo de agua se encuentra en la Plaza de la Bolsa, uno de los lugares más encantadores de la ciudad. Se trata de una gigantesca placa de granito (la más grande del mundo) cubierta por 2 cm de agua que refleja los edificios de la Bolsa, que datan del siglo XVIII.
Los chorros de agua que salen de la plataforma, mezclados con las altas temperaturas en verano dan como resultado un ambiente repleto de niebla, en la que jóvenes, adultos mayores y niños se envuelven para disfrutar de un momento mágico y para tomar fotografías.
4. LOS CANELÉS
Se trata de una suerte de bizcochos pequeños y dulces, elaborados en base a una masa de huevos, azúcar, leche, mantequilla y harina, que es perfumada con una pizca de ron y vainilla. Su particular consistencia es producto del horneado, que se realiza en dos etapas y a dos temperaturas distintas, con el objetivo de que el caramelo que se encuentra en el exterior sea crujiente y el interior blando.
Perfectos para acompañar una pequeña taza de expreso, fueron creados hacia principios del siglo XVI por las monjas del convento des Annonciades de Burdeos, quienes mezclaban todos los ingredientes que les sobraban junto con el ron que llegaba a través de los puertos a la ciudad.
5. EL RÍO GARONA
Con 575 km de largo, es el río más importante del sur de Francia y va desde los Pirineos centrales españoles fluyendo en el Atlántico a través del estuario de Gironde. Si te atrae la idea de realizar un crucero por este río, puedes embarcar en el centro de la ciudad, para descender por el río hasta llegar al estuario.
Comparte esta noticia