En la jornada de este sábado están previstas concentraciones en al menos una veintena de ciudades del país.
Francia vive un nuevo fin de semana de protestas de los ‘chalecos amarillos’, el décimo cuarto consecutivo, en el que se teme como en los anteriores que haya disturbios pese a que la movilización ha ido menguando últimamente.
En vísperas de que este domingo se cumplan los tres meses del inicio el 17 de noviembre de este movimiento, que reivindica medidas en favor del poder adquisitivo y denuncia la política del presidente, Emmanuel Macron, en la jornada de este sábado están previstas concentraciones en al menos una veintena de ciudades del país.
En París, se han lanzado varias convocatorias en diferentes puntos con mensajes variopintos, como uno en el que se hace un llamamiento a "insurrecciones" y a bloquear "el mayor tiempo posible" la plaza de la Estrella, donde se encuentra el Arco del Triunfo, al final de la avenida de los Campos Elíseos.
Para el domingo también hay otra cita, en este caso declarada y de voluntad "pacífica", que debería salir de los Campos Elíseos para terminar en el Campo de Marte, a los pies de la torre Eiffel.
La Prefectura de Policía de París señaló que los manifestantes tendrán enfrente un dispositivo de seguridad "consecuente".
Según las cifras del Ministerio del Interior, las protestas en las últimas semanas no solo están muy lejos de las cerca de 290.000 personas que reunieron en su primera edición del 17 de noviembre en todo el país, sino que han ido perdiendo fuerza en términos de movilización.
De acuerdo con Interior, el pasado día 9 salieron a la calle 51.400 manifestantes, frente a los 84.000 del 12 de enero. No obstante, los 'chalecos amarillos' rechazan esos datos y afirman que el pasado sábado fueron 118.200 en las protestas. (EFE)
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