En torno a los alimentos genéticamente modificados hay opiniones a favor y en contra, conoce la razón de la controversia y más detalles que esclarecerán tus dudas.
Alrededor de los alimentos transgénicos todavía se cierne un gran debate, las opiniones están marcadamente a favor y en contra.
RPP Noticias consultó con dos entendidos en el tema, no para seguir alimentando la polémica sino para esclarecer e informar.
¿Qué es un alimento transgénico? “Es una modificación que se hace a la planta, con la finalidad de que tenga características que la hacen resistente a herbicidas o insectos; o que tenga una vitamina que le permita tener un enriquecimiento interno”, explica el biólogo molecular Ernesto Bustamante.
Y es que la carga genética de un ser vivo, llámese una planta o un animal, puede ser utilizada y modificada a través de la biotecnología, una de las llamadas ciencias calientes y en pleno desarrollo.
¿Qué alimentos transgénicos abundan en la actualidad? “El principal es la soya, el segundo es el algodón, el maíz y luego la canola que se usa para producir aceite. Esos constituyen el 90 % de los transgénicos del mundo”, precisa Bustamante.
¿Cuáles son los beneficios? De acuerdo al biólogo, los cultivos con transgénicos implican una mayor productividad en los cultivos, pues las plantas genéticamente modificadas se hacen más resistentes a las plagas y herbicidas.
También se puede potenciar los alimentos, como es el caso del llamado “arroz dorado”, que contiene vitamina A y que podría prevenir la ceguera; aunque está prohibido su uso y desarrollo tecnológico e investigacional.
Bustamante además sostiene que a través de plantas mejoradas genéticamente se puede bloquear le toxicidad de los alimentos. “Si yo siembro en un terreno contaminado con plomo, mercurio o aluminio, evidentemente voy a tener plantas que llevan parte de estos metales pesados. Eso no es bueno”.
¿Por qué la controversia? Si bien la tecnología transgénica se usa en medicina, por ejemplo, para producir insulina humana, material biológico anti cáncer o vacunas contra la hepatitis B; y no hay un estudio serio que conduzca a un daño a la salud, todavía existen reparos por falta de suficientes evidencias.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) señala que todavía hace falta más investigación, al menos en lo que respecta al cuidado del medio ambiente y la biodiversidad.
Al parecer se podrían alterar las tierras donde se hacen plantaciones con plantas genéticamente modificadas. “La composición del suelo podría ir cambiando, pues las plantas para poder hacer un proceso metabólico toman nutrientes del suelo y hay un intercambio”, comenta la nutricionista Sara Abu Sabbah.
¿Representan una mejora nutricional? Según explica la especialista, los alimentos genéticamente modificados versus los que resultan de los cultivos tradicionales y orgánicos, no tienen mejores cualidades nutricionales, salvo que se busque potenciarlos, como ha ocurrido con el llamado arroz dorado.
“Nutricionalmente estos transgénicos no tienen mejores cualidades, salvo que se busque genéticamente una mejoría en la calidad organoléptica de este alimento, por ejemplo, que sea más grande o más resistente al frío y a las plagas”.
Tenemos derecho a saber qué estamos comiendo. Entre los controles por los que pasa un alimento transgénico, está el que químicamente sea similar al de un alimento tradicional. Según refiere Abu Sabbah, algunos productores defienden que no haya una etiqueta en la que se advierta si ha sido genéticamente modificado; sin embargo, esta información es un derecho del consumidor.
¿Podemos reconocer un alimento transgénico? A simple vista no hay forma de detectar que estamos consumiendo un alimento genéticamente modificado, a menos que nos lo indiquen en el etiquetado.
Pero en algunos casos hay una posibilidad de distinción. “Cortas la manzana por la mitad y ves que no pasa por ese proceso de pardeamiento natural, es decir, no se oxida”.
¿El Perú produce transgénicos? Nuestro país tuvo papaya y papa transgénicas, pero eso acabó a partir de que en el 2011 entró en vigencia de la Ley Nº 29811, que establece la moratoria al ingreso y producción de organismos genéticamente modificados al territorio nacional por un periodo de 10 años.
Es decir, el Perú actualmente no siembra alimentos transgénicos, pero sí los importa de otros países para el libre consumo. De allí la importancia de que las personas tengan el derecho a estar advertidas -al menos a través del etiquetado- sobre qué están consumiendo.
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