Mientras que la cicatriz del niño es real debido a una operación en la cabeza, la de su padre está tatuada para que su hijo recupere la confianza en sí mismo.
Movido por su amor paternal, Josh Marshall realizó una acción que ha conmovido a los usuarios de Facebook y otras redes sociales. Este padre de familia decidió tatuarse la imagen de una cicatriz para animar a su hijo que padece de cáncer y que a causa de ello tuvo que someterse a una operación en la cabeza.
La enfermedad. Gabriel Marshall, un pequeño de 8 años de Kansas (EEUU), fue diagnosticado el pasado año de un astrocitoma anaplásico, un tipo de tumor cerebral maligno. La única forma de salvarle la vida era someter al pequeño a una complicada operación en la que le extirparían el tumor.
Debido a esta intervención, la cabeza del menor quedó con una cicatriz de tamaño considerable. Según informa el portal BuzzFeed, Gabriel admitió que se sentía como un "monstruo" a causa de la marca en el lado derecho de su cabeza. Su papá quiso animarlo y apeló a su creatividad.
El tatuaje. Josh Marshall se tatuó la misma cicatriz en el mismo lado de su cabeza. "Ahora, si alguien quiere mirar, nos mirarán a los dos", le dijo el padre a su hijo tras mostrarle lo que había hecho. Una foto en la que se aprecia a ambos con la misma marca fue compartida en Facebook y se viralizó de inmediato.
En lo que respecta a la salud del menor, este todavía tiene algo del tumor en su cerebro, pero ahora su diagnóstico es estable. "Él está bien, todo marcha bien a nueve meses de la intervención", reveló Josh Mashall, considerado ahora en las redes sociales como el "padre del año".