Al descargarse, el artefacto automáticamente comenzó a descender pero no hacia tierra firme, sino hacia el mar.
Revisar si la batería de un drone está lo suficientemente cargada antes de usarlo es necesario para no sufrir los inconvenientes que tuvo el productor norteamericano Ryan Chatfield, quien tuvo que meterse al mar para evitar que su artefacto se destruya.
Según se aprecia en un video que subió a su canal de YouTube, Chatfield se encontraba grabando cerca del mar cuando su drone, con la batería descargada, procedía a aterrizar automáticamente sin considerar que abajo no había tierra, sino agua.
Para evitar perder el artefacto, cuyo valor promedio es de aproximadamente 1,000 dólares, además de la cámara con la que grababa, Ryan corrió y avanzó sobre unas peligrosas rocas llegando a sostener el aparato a centimetros del mar.
Además, el productor audiovisual tuvo que soportar el fuerte oleaje que lo empujó contra las rocas levantando en todo el momento el drone para evitar que sea alcanzado por el agua.
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