La mujer, en especial, debe estar bien alimentada porque está biológicamente apta para poder dar vida. Además, hay otras etapas en que requerirá de nutrientes.
Todo ser humano debe alimentarse bien a lo largo de su desarrollo, pero en el caso de la mujer hay un énfasis especial por el hecho de que ellas están biológicamente aptas para poder dar vida.
A propósito del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, la doctora Sara Abu Sabbah, nutricionista y conductora de Siempre en Casa de RPP Noticias, explicó la importancia de que una mujer esté bien alimentada, por la necesidad de nutrientes que requiere en diversas etapas de su vida.
Con la menstruación
La mujer atraviesa por un periodo de sangrado que puede prolongarse de 3 hasta 10 días, con mayor o menor flujo. "Debe de considerar suficientes alimentos fuentes de hierro para prevenir la anemia", señaló la especialista.
En este caso, el baso, la sangrecita y el hígado tienen que estar presentes en la alimentación. De 60 a 100 gramos una vez a la semana, cada 10 días o al menos dos veces al mes es lo indicado para contribuir en la prevención de la anemia. Si el flujo del sangrado es voluminoso, se debe incrementar la frecuencia de estos alimentos sugeridos, y en general consumir carnes rojas al menos una vez por semana.
En la etapa de crecimiento
Por ejemplo, una niña de 9 años en pleno desarrollo, debe tener al menos una hora diaria de actividad física, sea a través del deporte o el juego. Además, debe tener una dieta rica en zinc, un mineral necesario en el periodo de crecimiento infantil.
Una dieta adecuada, para el aporte de zinc, incluye frutos secos como el maní, las almendras, las nueces. Además, pescados, mariscos.
La doctora Abu Sabbah remarcó que la niña en crecimiento debe tener aseguradas sus 5 comidas al día. Considerando el desayuno, almuerzo, cena, también es obligatorio un plato de ensalada, pescado 2 veces por semana y puede ser una merienda que conste de fruta, sándwich y agua.
Durante la gestación
Cuando una mujer está embarazada la necesidad de calorías y nutrientes se incrementan. No puede faltar el ácido fólico, un tipo de vitamina B que es fundamental para prevenir la espina bífida en el feto, recordó la doctora Abu Sabbah.
El ácido fólico, nutriente fundamental para la futura madre, lo podemos encontrar en legumbres frescas como las vainitas o las lentejas. También en el plátano, las carnes, el huevo, la papa, los lácteos, los quesos y el hígado. Este último es portador de nutrientes y proteínas por ser un tipo de carne roja que tiene una gran cantidad de vitamina A, D y por supuesto ácido fólico, destacó la experta.
En el día a día
Una mujer adulta que trabaja diario, pero tiene una vida sedentaria, posiblemente presentará problemas de estreñimiento. Para evitar estos problemas de evacuación intestinal, la nutricionista aconsejó el consumo obligatorio de ensaladas y una buena hidratación, de preferencia agua.
Pero también son correctas otras alternativas líquidas como el refresco de tamarindo, ciruela, chía; o la ingesta de frutas con propiedades laxantes como las ciruelas, guindones, higo o pitahaya (fruta del dragón).
Agregó que la actividad física es fundamental para prevenir el estreñimiento, y el yogurt natural también contribuye a evitar problemas digestivos, pues ayuda a restablecer la flora bacteriana y es rico en nutrientes.
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