La Navidad es una de las épocas más esperadas del año, principalmente por los niños de la casa. Estas recomendaciones pueden ayudarte a cuidar su salud en estas fiestas.
Aunque la alimentación balanceada debe mantenerse a lo largo de todo el año, sobre todo entre los niños ya que están en crecimiento y adoptando rutinas que seguirán a lo largo de su vida, durante la temporada de Navidad hay una gran tentación por las galletas, panetones, y demás comida que acompaña la celebración.
Para que disfrutemos de unas fiestas sin excesos, Jenny García, nutricionista de SANNA brinda algunas recomendaciones a los padres: “Para empezar, lo mejor es evitar hablarles a los niños de hacer dieta (ya que la mayoría lo asocia a pasar hambre), y enfocarnos en explicar lo importante que es no excederse, e involucrar a toda la familia para mostrar y formar hábitos saludables de alimentación”.
1. No olvidar el desayuno. Es importante que los niños empiecen el día con un desayuno nutritivo. Si tiene un evento, del colegio o social, donde les darán bocaditos, podemos procurar un desayuno más ligero pero igual nutritivo como fruta y un omellete de huevos.
2. Llevar siempre agua. En estas fechas vamos a encontrarnos con comidas o reuniones donde la única opción para beber es gaseosa, por ello es importante contar una alternativa más saludable.
3. Respetemos sus porciones. Debemos recordar que son niños, no adultos, por ende comen en menor cantidad. Además, a la hora de armar su plato optemos por limitar las frituras y apanados, retiremos la piel de las carnes, así como la grasa que pueda verse. Acompañemos las carnes con vegetales como guarnición y limitemos el uso de salsas.
4. ¡A compartir el postre! De vez en cuando una golosina no hace daño. Por eso, compartir es una manera para que nadie se exceda ni se queden con las ganas de probar los dulces. Además, también podemos llevar fruta seca o fresca como snack.
5. Vamos a correr. A la hora de planificar o escoger los eventos en las que los niños van a participar, debemos preferir aquellas en lugares espaciosos y donde se les incentiven a realizar actividad física (correr, bailar, jugar, etc.). ¡Nada de sedentarismo!
Y para la cena navideña o de fin de año, Jenny García aconseja que hagamos a los niños parte de todo el proceso, desde la compra hasta la preparación, aprovechando la oportunidad para explicarles sobre los alimentos y cómo influyen en su salud.
“Los indicadores de sobrepeso y obesidad, así como la aparición de enfermedades crónicas como la diabetes y dislipidemias, ya no son exclusivas de los adultos: lamentablemente cada año se incrementan los casos en niños. Y aunque no debemos obsesionarnos con los alimentos, sí debemos explicarles cómo cuidar su salud, así como promover que realicen actividades físicas y el consumo de agua”, finaliza García.
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