Cuando una mujer es sometida a una situación de estrés extremo se alteran los niveles de hormonas como el cortisol, la prolactina y la oxitocina, revela estudio.
Un trabajo realizado por científicos de la Universidad de Sevilla, en España, asegura que con un simple análisis de sangre se puede comprobar si una mujer está sufriendo violencia de género.
Según los autores del estudio, cuando una mujer es sometida a una situación de estrés extremo se alteran los niveles de hormonas como el cortisol, la prolactina y la oxitocina.
Los resultados mostraron un incremento del 16% en los niveles de oxitocina en las mujeres que habían sufrido violencia de género. "Incluso cuando la violencia cesa no vuelven a la normalidad de forma inmediata", señala el estudio.
Debido a esto, las mujeres que tienen los niveles de oxitocina más altos de lo normal tienen menor capacidad de respuesta frente a las agresiones, explica la investigadora María Rosario Pásaro al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).
Los análisis pueden emplearse para corroborar situaciones en las que se sospeche que exista maltrato, y también ayudaría en la recuperación de mujeres que lo hayan padecido.
"Conseguir monitorizar el estado hormonal de las afectadas puede transformarse en una nueva opción de buenas prácticas en la prevención del maltrato o al menos de la reducción de su reincidencia por parte de la víctima", explican las autoras en el estudio.
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