Un estudio publicado en la revista Nature revela que la contaminación ambiental puede causar cáncer de pulmón, principalmente a través de la exposición prolongada a partículas finas conocidas como PM2.5.
Un reciente estudio publicado en la revista científica Nature ha confirmado una preocupante relación entre la contaminación del aire y el cáncer de pulmón. Según los investigadores, el aire contaminado por la combustión de vehículos e industrias contiene partículas microscópicas conocidas como PM2.5, que representan un serio riesgo para la salud humana.
Estas partículas, tan pequeñas que resultan invisibles al ojo humano, tienen la capacidad de ingresar en los pulmones al ser inhaladas. Una vez allí, pueden provocar inflamación crónica y cambios en el tejido pulmonar que, con el tiempo, aumentan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer.
Para llegar a cabo esta investigación, los científicos utilizaron tecnología satelital para medir los niveles de contaminación en diferentes regiones del mundo. Luego, analizaron la composición genética de casi 900 personas expuestas a estos ambientes contaminados. El resultado fue contundente: las personas que viven en zonas con altos niveles de contaminación presentaban más mutaciones genéticas que las predisponen al cáncer de pulmón.
El doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP, comentó que, a diferencia del control que existe sobre el tabaco, la lucha contra la contaminación atmosférica requiere decisiones políticas más firmes y comprometidas. Advirtió, por ejemplo, que el retroceso en políticas de energía limpia en países como Estados Unidos puede tener un impacto directo en el aumento de enfermedades respiratorias, incluyendo el cáncer.
La investigación resalta la urgente necesidad de que los gobiernos implementen políticas efectivas para reducir la contaminación del aire y proteger la salud de sus ciudadanos. La transición hacia energías limpias y la regulación estricta de emisiones industriales podrían ser pasos cruciales en esta dirección.