El tipo de agua más aconsejable para las lactantes son las aguas minerales naturales que constituyen una mejor opción para una correcta hidratación.
La lactancia materna durante el verano es vital para el recién nacido hasta los seis meses, porque le brinda un nivel de hidratación segura y los protege de bacterias y/o microbios que se colonizan en los biberones, por lo tanto menos riesgo a infecciones y enfermedades, manifestó la nutricionista del Hospital Sisol de Magdalena, Slovenia Ulloa.
“En comparación con los niños y los adultos, los lactantes tienen mayor contenido corporal de agua por kg de masa corporal, menor desarrollo de la sudoración, menor capacidad para expresar la sed. Los bebés alimentados al pecho no necesitan agua suplementaria, la ingesta adecuada de agua se ha estimado en 0,7 l/día”, manifestó.
Según la especialista la leche materna contiene todo lo que bebé requiere para su óptimo desarrollo ya sea físico, cognitivo, estructural, inmunológico entre otros, provee de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
“Incluso le refuerza el sistema inmunológico, ayuda al desarrollo cerebral con la presencia de ácidos grasos esenciales y no esenciales, sobretodo hidrata al lactante en los primeros 6 meses de vida, siendo la ingesta media de leche humana de 0,78 l/día, aproximadamente el 87 % del volumen de la leche humana es agua”, precisó.
Una adecuada hidratación
Para Slovenia Ulloa durante la lactancia se deben añadir 700 ml al día de agua en la ingestión habitual para garantizar la producción adecuada de leche materna, de esta manera la leche materna es adecuada para el bebe, y se preservaran la salud tanto de la madre, como del niño.
En el caso de producirse un aumento de la actividad física o de residir en zonas con ambientes calientes y secos estos requerimientos aumentarán.
“En el verano aumenta las necesidades de agua, pues 1 ml. es necesario para una óptima metabolización de los nutrientes necesarios para la producción de leche. El tipo de agua más aconsejable para las lactantes son las aguas minerales naturales que constituyen una mejor opción para una correcta hidratación, debido a su composición mineral y sus propiedades saludables. En cuanto a la dieta diaria es recomendable consumir más frutas y verduras por su alto contenido de nutrientes y agua”, informó.
“Las madres lactantes pierden cantidades significativas de líquido mientras dan el pecho y deben aumentar su consumo de líquidos. La deshidratación leve no afecta la producción de leche materna, pero cuando ésta es moderada o grave sí puede tener efectos negativos que pueden traer cambios en la composición de la leche y reducciones en la cantidad de leche producida”, agregó.
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