Normalmente durante el embarazo hay una caída de la hemoglobina que se produce a manera de protección. Pero, ¿qué sucede si se padece de anemia?
Una realidad que no se puede negar es que, en nuestro país, los chequeos preventivos aún no tienen el alcance ni la importancia que deberían: solo acudimos a consulta cuando presentamos alguna molestia. Si a esto le sumamos nuestra variada alimentación y la ausencia de una dieta balanceada, entonces podemos tener como resultado un déficit de hemoglobina que, en muchos casos, no presenta síntomas: estar embarazada
Causas y consecuencias de la anemia en el embarazo
Normalmente durante el embarazo hay una caída de la hemoglobina que se produce a manera de protección. Hay un aumento del volumen de la sangre, que es mayor que el volumen de glóbulos rojos, y se da a manera de preparación para el parto. Esto es un proceso normal. Hemoglobinas de 11 en gestantes a partir del segundo trimestre son esperadas.
Pero valores menores, o que aparecen al principio del embarazo no son normales. Una de las causas de la anemia es la nutricional, es decir, por pobre ingesta de hierro. En otras ocasiones puede ser por menstruaciones abundantes antes de gestar. También se puede encontrar en pacientes que tienen embarazos seguidos o múltiples. En algunos casos hay mujeres con enfermedades que condicionan anemias, a veces de origen genético, en estos casos se debe de tratar la enfermedad de fondo.
Los sintomas de la anemia normalmente pueden ser confundidos por los del embarazo, por lo que no le prestamos la debida importancia. Sin embargo, desconocemos que la anemia durante el embarazo puede generar partos prematuros y niños de bajo peso al nacer. Otra de las consecuencias es que, ya durante la lactancia, podemos generar anemia en nuestro bebé
¿Qué hacer?
Para evitar este problema, lo ideal sería realizar un control de hemoglobina previo al embarazo, y recibir orientación sobre la manera de recibir un buen aporte de hierro con los alimentos y, de ser necesario, recibir tratamiento con suplementos vitamínicos.
Si ya se detecta durante el embarazo, la conducta es la misma. Lo primero es corregir la alimentación, mejorando el aporte de hierro. El tipo de aporte también va a depender del tipo de alimentación de cada paciente. Las vitaminas prenatales contienen diferentes tipos de hierro. Cuál tomar va a depender de la tolerancia que se presente y del grado de anemia. En toda gestante se brinda estos suplementos ya que las necesidades de hierro se incrementan por el desarrollo del feto y de la placenta.
Así que si estás pensando en quedar embarazada primero debes de saber tu nivel de hemoglobina. Tu médico es la persona indicada para orientarte y brindarte información sobre que otro examen realizarte.
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