El Herpes Zoster ocurre años después de la infección primaria de varicela. La edad avanzada y el estado inmunológico son factores de riesgo.
El Herpes Zoster es uno síndromes clínicos asociados con la reactivación del Virus Varicela Zoster (VVZ) latente. En general, ocurre años después de la infección primaria (varicela). La edad avanzada y el estado inmunológico son factores de riesgo para el desarrollo del Herpes Zoster.
La incidencia en Estados Unidos es de 1a 3 casos por 1000 personas, en individuos menores de 50 años. En países europeos, se presenta 1 caso por 1000 personas, en población pediátrica, y 10 por 1000 personas, en adultos mayores de 80 años.
En el caso específico de España, las cifras muestran que se trata del 5,5 por cada 1000 persona, con mayor incidencia en adultos mayores y pacientes con comorbilidades, como diabetes mellitus, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedad cardiovascular e inmunocompromiso.
Herpes zoster se produce por la reactivación del virus Varicela zoster (VVZ) responsable de la varicela, como infección primaria. La transmisión del VVZ puede causar varicela primaria, no herpes zoster, solo en una persona seronegativa.
Las principales rutas de transmisión de VVZ son el contacto directo con la lesión cutánea (las lesiones cutáneas contienen altas concentraciones de VVZ), el riesgo de transmisión puede ser menor en Zoster que con varicela primaria (varicela) y la transmisión aérea, particularmente de pacientes con enfermedad diseminada.
El cuadro clínico está caracterizado por una erupción cutánea (rash) vesiculoso, que es precedido por un pródromo neurológico de 1 a 5 días de duración, en promedio. Se describen adormecimientos, dolor o sensibilidad táctil. El rash clásico son máculas, pápulas y vesículas ubicadas en un dermatomo que no cruzan la línea media (los dermatomos frecuentemente involucrados incluyen torácico, lumbar, cervical y trigémino). Este dura de 7 a 10 días, hasta que desaparece.
Síntomas
Neuralgia postherpética (NPH), caracterizada por dolor persistente por más de tres meses después de la desaparición del rash es la complicación más común y dependiendo de las series se reporta entre el 10 al 50% de los casos
Tratamiento
El uso temprano de los antivirales se asocia con reducción más rápida del dolor y aceleración en la curación del rash pero no reduce la incidencia de NPH. Los antivirales sistémicos deben idealmente ser iniciados dentro de las 72 horas del inicio del rash.
Las opciones para el tratamiento del dolor incluyen acetaminofen, antiinflamatorios no esteroideos para dolor leve a moderado, analgésicos opioides, tramadol, gabapentina o pregabalina para el dolor severo. Claramente, siempre es importante consultar con tu médico de confianza.
Prevención
La tercera parte de los adultos desarrollarán Herpes Zoster durante su vida. En octubre de 2017 la FDA aprobó una nueva vacuna recombinante cuya eficacia es mucho mayor versus la vacuna previa (>90% vs 51%) respectivamente.
El ACIP (Advisory Committee on Inmunization Practices) recomienda la nueva vacuna, denominada Shingrix, en personas inmunocompetentes, portadores de enfermedades crónicas (Diabetes mellitus, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad renal crónica) y para personas mayores de 50 años que reciben terapia inmunosupresora a baja dosis, las personas que recibieron la vacuna anterior (Zostavax) o aquellas que hayan tenido un episodio previo de Herpes Zoster.
En el Perú contamos con Zostavax exclusivamente para la prevención de Herpes Zoster. Sin embargo, debido a la gran diferencia en efectividad entre las dos vacunas, esperamos que Shingrix pueda ser incorporada pronto al arsenal de vacunas en nuestro país.
La inmunización en general previene significativamente morbilidad y mortalidad y los médicos somos los mayores influenciadores en las decisiones de los pacientes para recibir vacunas.
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