El deporte predilecto en verano es la natación y es normal que quienes la practiquen intensifiquen sus entrenamientos aprovechando el calor.
El deporte predilecto en verano es la natación y es normal que quienes la practiquen intensifiquen sus entrenamientos aprovechando el calor. Sin embargo, muchos ignoran una lesión frecuente y que, a largo plazo, podría traer serias complicaciones: el hombro de nadador.
¿Qué es el hombro de nadador?
Es el dolor que los nadadores presentan en el hombro al entrenar o realizar la natación. Generalmente se presenta de a pocos y al principio es un dolor soportable, que no impide seguir nadando, pero a medida que pasa el tiempo se hace más intenso y hace que el deportista deje la actividad, al punto que incluso puede presentar dolor en actividades de la vida diaria o en reposo.
¿Qué lo causa?
El hombro de los atletas nadadores generalmente es más laxo que el promedio por su entrenamiento. Esto generalmente se compensa por la fortaleza de los músculos del hombro, en especial los del manguito de los rotadores. En algunos casos, esta laxitud es mucha y los músculos no pueden compensarla; lo que implica que el hombro se mueve de su centro más de lo habitual y ello puede causar dolor.
Asimismo, por el fortalecimiento de los músculos, el espacio por donde pasa el tendón del supraespinoso se reduce (los músculos jalan más el húmero hacia arriba, reduciendo el espacio) y eso irrita ese tendón, e incluso llegando a causar erosión y en casos más avanzados, desgarro. También, el esfuerzo excesivo al nadar puede tensar y dañar el tendón del bíceps o su anclaje en el hueso.
¿Cómo se diagnostica?
Ante la presencia del dolor al nadar, el especialista examina al paciente con dolor de hombro y, si lo requiere, puede pedir pruebas como radiografías, ecografías o resonancia magnética.
¿Cómo se trata?
Por lo general no se encuentra lesión alguna que requiera operación, y el dolor es manejado con terapia física. Esta debe incluir masajes, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular para compensar esa laxitud excesiva. Si en las imágenes se encuentra alguna lesión se debe tratar de forma correspondiente a cada lesión. El tratamiento se puede complementar con desinflamantes para ayudar a bajar el dolor y la inflamación.
Si la terapia no funciona (en caso de no haber lesión en las imágenes) se puede realizar una operación por artroscopía para explorar el hombro por dentro; si se encontrara algo para reparar se hace lo necesario, y si no se puede “templar” la cápsula y los ligamentos para darle estabilidad al hombro y disminuir el dolor.
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