No toda muela del juicio debe ser extraída. La decisión es estrictamente del profesional.
Las muelas del juicio son las últimas en erupcionar, pero son las que, quizá ocupan el primer lugar en la lista de dolores dentales. Por lo general estas piezas están programadas para salir entre los 18 y 24 años de edad; más allá de esta etapa ya no tiene capacidad para asomarse, aunque existen casos excepcionales de brote tardío.
Según el doctor, Carlos Estrada, cirujano oral y máxilo facial de la Clínica Odontológica San Pablo, los episodios de dolor intenso ocasionados por estos molares, ocurren por ejemplo, cuando la mandíbula o el maxilar son demasiado pequeños o estrechos, por lo que no hay espacio suficiente para otra pieza dentaria.
Esto puede causar su retención y dañar las muelas adyacentes con problemas como caries o causar daño del periodonto (tejido que rodea y soporta los dientes). Asimismo puede alterar la alineación de los dientes, provocar infecciones en las encía o del hueso que rodea la pieza en erupción, y en menor medida, la aparición de quiste o tumores.
"En otras circunstancias la impactación o retención de estos molares es atribuida a la presencia de algún tipo de barrera física de la pieza dentaria vecina, así como a un posible disturbio endocrino que retrasa la erupción dentaria", afirma Estrada.
El doctor aconsejó que la extracción de las muelas del juicio deben realizarse a partir de los 18 años, sin descartar el hecho de que, en ocasiones, se deban sacar a menor edad aunque con instrucciones médicas específicas.
Estrada agregó que si después de la evaluación, el especialista decide no extraer las muelas del juicio, aunque estas se encuentren impactadas, el paciente deberá someterse a controles periódicos. No toda muela del juicio debe ser extraída. La decisión es estrictamente del profesional.
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