Esta potente arma biológica supone un gran desafío para los científicos que buscan desentrañar las claves de su producción para en un futuro crearlo y modificarlo en el laboratorio.
El veneno de cobra, debidamente tratado, contiene toxinas que hacen las veces de inhibidores de la comunicación neuronal y de paliativos de muchas enfermedades, afirman expertos españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Esta potente arma biológica supone un gran desafío para los científicos, que buscan desentrañar las claves de su producción para en un futuro crearlo y modificarlo en el laboratorio, según indica la agencia de noticias científicas SINC.
La cobra real, que habita en los bosques del sureste asiático y se alimenta de otros tipos de serpiente, emplea el veneno como arma química para capturar a sus presas y para defenderse de sus depredadores.
La comunidad científica se servirá de esta valiosa información para desarrollar futuros métodos de aislamiento de las toxinas beneficiosas, que podrían ayudar a frenar del desarrollo de enfermedades como la metástasis del cáncer.
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