El alto consumo de bebidas alcohólicas afecta el desarrollo neuronal de la amígdala, región cerebral vinculada al miedo, la ansiedad y la emoción. Se analizaron cerebros de personas que bebieron alcohol durante largos períodos.
El alcoholismo es un vicio social que afecta a personas sin discriminación de edad. Incluso ahora la ciencia comprobó que si se consume el alcohol en una edad temprana podría dejar secuelas graves a nivel cerebral.
Según una nueva investigación del Centro para la Investigación del Alcohol en Epigenética de la Universidad de Illinois (Chicago, EE. UU.), el consumo excesivo de esta bebida en la adolescencia tiene efectos duraderos en la conexión neuronal del cerebro. En especial con la amígdala, región cerebral vinculada a la regulación de las emociones. El miedo y la ansiedad también se procesan en dicha estructura cerebral.
Los investigadores estudiaron los tejidos de amígdalas de personas fallecidas proporcionados por el Centro de Recursos de Tejido Cerebral de Nueva Gales del Sur (Sydney, Australia).
Las muestras científicas habían pertenecido a cerebros de personas que fueron divididas en tres grupos: 11 individuos que comenzaron a beber mucho antes de los 21 años (bebedores de inicio temprano); 11 personas que comenzaron a beber luego de los 21 años (bebedores de inicio tardío); y 22 individuos sin antecedentes de problemas de alcohol.
El hallazgo más importante, luego de analizar dichos tejidos, fue que la amígdala de individuos que eran bebedores de inicio temprano tenía aproximadamente un 30 % de una proteína decisiva en la formación y el mantenimiento de la conexión neuronal en el cerebro. Su nombre es BDNF. Esta alteración no se observó en las muestras de cerebro de bebedores de inicio tardío o en personas sin trastorno por consumo de alcohol.
“BDNF es necesario para el desarrollo normal del cerebro y para que las conexiones se formen entre las neuronas. (…) Si los niveles se reducen debido a la exposición al alcohol, entonces el cerebro no se desarrollará normalmente”, dijo el profesor de psiquiatría, autor principal del estudio y director del Centro para la Investigación del Alcohol en Epigenética de la Universidad de Illinois, Subhash Pandey, para el portal Neuroscience News.
La investigación por eso concluye que el consumo alto de bebidas alcohólicas incrementa el riesgo de problemas psicológicos y trastornos del consumo de alcohol en el futuro.
Padey agregó que los cambios que se registran en la amígdala de los bebedores de inicio temprano pueden alterar la función normal de dicha estructura cerebral, que ayuda a regular nuestras emociones. Eso puede ocasionar que las personas sean más susceptibles a la ansiedad o el desarrollo y mantenimiento del trastorno por consumo de alcohol más adelante en la vida.
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