Enfermedad tuvo diferentes denominaciones a lo largo de la historia
Cansancio, apatía, y pesadez en todas las actividades del día. Así se define el cansancio emocional, una enfermedad aparentemente moderna que está relacionada con el estrés y la alta exigencia laboral de esta época. Anna Katharina Schaffner, historiadora y víctima de esta epidemia, conversó con la BBC sobre su investigación sobre esta dolencia, publicada en su libro "Agotamiento emocional: una historia", en el cual explora cómo la humanidad ha concebido este cansancio crónico a lo largo de la historia.
Concepto moderno. Hoy en día, se entiende que el agotamiento emocional es una respuesta al estrés constante del ambiente laboral. Estar durante un tiempo prolongado en un estado de “pelear o huir” –además de no poder descansar apropiadamente debido a la tecnología- eleva las hormonas del estrés, lo cual hace que nuestras baterías internas estén siempre al límite. Cabe destacar que esta enfermedad no es ni depresión ni el síndrome de fatiga crónica. Pero, ¿es realmente una enfermedad moderna?
De falta de fe a explotación laboral. La intelectual divide la historia de la enfermedad en tres etapas. En la antigüedad, el médico romano Galeno creía que un exceso de bilis negra hacía lenta la circulación y obstruía las vías cerebrales, provocando letargo, apatía, cansancio, pereza y melancolía. En la época en que el cristianismo se había apoderado de la cultura occidental, el agotamiento era visto como un signo de debilidad espiritual, como falta de fe. Cuando surgió la medicina moderna, los doctores diagnosticaron síntomas de fatiga, debido a los cambios sociales producidos por la revolución industrial.
Comparte esta noticia