Investigadores daneses y australianos concluyeron que suministrar vitamina D a recién nacidos puede prevenir algunos casos de esta enfermedad. El estudio se realizó durante 19 años entre 1981 y 2000.
Un grupo de científicos daneses y australianos descubrieron que el bajo nivel de vitamina D en neonatos aumenta hasta en un 44% la posibilidad de que desarrollen esquizofrenia cuando se convierten en adultos.
Los resultados de la investigación ─realizada en 2602 individuos─ publicada en la revista científica Nature ayudarán a prevenir la ocurrencia de esquizofrenia con el suministro de vitamina D en la época temprana de la vida.
La esquizofrenia es un trastorno mental grave que se caracteriza por la ocurrencia de alucinaciones, delirios y deterioro cognitivo. Según información de la Organización Mundial de Salud (OMS), este tipo de desorden cerebral afecta a más de 21 millones de personas en todo el planeta.
“Dado que el feto en desarrollo depende totalmente de las reservas de vitamina D de la madre, nuestros hallazgos sugieren que garantizar que las mujeres embarazadas tengan niveles adecuados de vitamina D pueden prevenir algunos casos de esquizofrenia”, dijo para Neuroscience News el profesor John McGrath, quien lidera la investigación en la Universidad de Queensland (Australia) y la Universidad de Aarhus (Dinamarca).
LAS CARACTERÍSTICAS DEL ESTUDIO
El estudio se basó en el análisis de 2602 individuos. La metodología que se usó para la investigación fue examinar las concentraciones de la vitamina D en muestras de sangre tomadas de recién nacidos daneses entre 1981 y 2000. Los resultados fueron comparados con personas del mismo sexo, que habían nacido la misma fecha y no había desarrollado esquizofrenia.
Según McGrath la deficiencia neonatal de vitamina D podría representar el ocho por ciento de los casos de esquizofrenia en Dinamarca en promedio. "El siguiente paso es llevar a cabo ensayos clínicos aleatorios de suplementos de vitamina D en mujeres embarazadas que tienen deficiencia de vitamina D, con el fin de examinar el impacto en el desarrollo del cerebro infantil y el riesgo de trastornos del desarrollo neurológico como el autismo y la esquizofrenia", agregó.
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