Julio Santiago Marcelo, médico gastroenterólogo y jefe del servicio de gastroenterología del hospital nacional Dos de Mayo, conversó con el Dr. Elmer Huerta, donde abordó el tema del hígado graso, destacando su impacto en la salud y las medidas preventivas clave para evitar complicaciones.
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¿Cómo funciona el hígado y cuáles son sus funciones principales?
El hígado es un órgano esencial que desempeña numerosas funciones vitales para el buen funcionamiento del cuerpo. Para el Dr. Julio Santiago Marcelo, "el hígado tiene la función de sintetizar las proteínas que van a ayudar a los músculos, es importante para detoxificar toxinas, para los factores de coagulación, e incluso para acumular un poco de energía cuando lo necesitemos en algún momento". A pesar de su importancia, el hígado no necesita limpieza específica, solo evitar agentes dañinos como el alcohol y ciertas hierbas.
Según el Dr. Elmer Huerta, el hígado se puede comparar con un gigantesco laboratorio: "procesa nuestra sangre, fabrica sustancias que se llaman enzimas, fabrica proteínas, está a cargo del metabolismo y desintoxica la sangre de sustancias extrañas que podemos tener". Estas funciones son vitales para el metabolismo y el funcionamiento diario de una persona. Mantener un hígado sano depende de la prevención de daños, lo que resalta la importancia de adoptar hábitos saludables y evitar sustancias nocivas.
¿Qué es el hígado graso?
El hígado graso se define como la acumulación de grasa, específicamente triglicéridos, en el hígado, superando el 5% de su peso. El Dr. Marcelo explica que, aunque es normal tener cierta cantidad de grasa en el hígado, cuando se detecta una cantidad excesiva mediante una ecografía, esto siempre es patológico.
El hígado graso avanza muy lentamente y, a menudo, no genera síntomas notables, lo que puede llevar a la creencia errónea de que problemas como el mal aliento o el mal genio están relacionados con el hígado. Según el médico gastroenterólogo, es crucial comprender que el daño hepático no es causado solo por la acumulación de grasa, sino más por el tipo de alimentos consumidos, especialmente aquellos ricos en azúcares y carbohidratos refinados.
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¿Qué es el hígado graso?
Factores de riesgo y diagnóstico
Aproximadamente el 30% de la población mundial podría tener hígado graso, y el riesgo es significativamente mayor en personas con diabetes (40-70%) y obesidad (50-90%). Además, individuos con hipotiroidismo, dislipidemia, o altos niveles de triglicéridos y colesterol también son más propensos. Dado que el hígado graso no produce síntomas, es crucial que los médicos sospechen de su presencia y realicen una ecografía del hígado en pacientes con estos factores de riesgo.
Esta acumulación de grasa puede endurecer el hígado con el tiempo, potencialmente llevando a una cirrosis hepática. La detección temprana a través de una ecografía es esencial para evitar complicaciones mayores. Un diagnóstico oportuno permite la implementación de estrategias preventivas y terapéuticas adecuadas, reduciendo así el riesgo de progresión de la enfermedad.
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¿En quiénes se puede sospechar que tienen hígado graso?
Importancia del interrogatorio médico
El interrogatorio médico es fundamental para identificar posibles casos de hígado graso. Los médicos deben preguntar sobre el consumo de alcohol, hierbas, dulces, antecedentes familiares de enfermedades hepáticas, y niveles de actividad física. "Saber todo eso es importante para determinar si voy a encontrar algún daño mayor o pensar que hay algún daño de fibrosis hepática", indica el Dr. Julio Santiago Marcelo.
La fibrosis tiene cuatro fases, siendo las tres primeras reversibles, mientras que la cuarta puede convertirse en cirrosis, una condición irreversible y potencialmente mortal. Identificar factores de riesgo adicionales a través del interrogatorio puede ayudar a prevenir la progresión de la fibrosis a etapas más avanzadas.
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¿Por qué es importante realizar un interrogatorio a un paciente con hígado graso?
Consecuencias del hígado graso
Si no se trata adecuadamente, el hígado graso puede progresar a fibrosis y eventualmente a cirrosis. Las primeras tres fases como se mencionó, son reversibles con cambios en el estilo de vida y tratamiento médico adecuado. Sin embargo, la cuarta fase puede conducir a cirrosis, una enfermedad grave que implica la formación de cicatrices en el hígado y la pérdida de su función.
Esta progresión puede tener consecuencias devastadoras para la salud, destacando la importancia de la detección temprana y la intervención adecuada. La cirrosis puede resultar en complicaciones graves como insuficiencia hepática, cáncer de hígado y muerte prematura.
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¿Cuáles son las consecuencias del hígado graso?
Estilo de vida saludable: Clave para el tratamiento
Adoptar un estilo de vida saludable es fundamental para prevenir y tratar el hígado graso. El Dr. Marcelo enfatiza que la dieta y el ejercicio son pilares del tratamiento. El ejercicio recomendado incluye entrenamiento de pesas, con al menos 150 minutos semanales. Mantenerse activo ayuda a reducir la grasa acumulada en el hígado y mejora la salud general del paciente.
En cuanto a la alimentación, se debe evitar las carnes rojas y los alimentos procesados, y aumentar el consumo de fibra, frutas y verduras. Durante la noche, cuando la tendencia a comer más es mayor, se aconseja optar por comidas ligeras y, si es necesario, recurrir a frutos secos y agua para calmar el hambre o la ansiedad.
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¿Cuál es la importancia de adoptar un estilo de vida saludable?
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