La obesidad es una de las enfermedades crónicas que más afectan a las sociedades actuales. Fomentar estilos de vida saludables desde la infancia es clave para luchar contra este mal especialmente en niños y adolescentes.
La obesidad es un problema de salud pública. El 58% de peruanos tiene sobrepeso, mientras que el 21% sufre de obesidad, según cifras a junio de 2016 del Instituto Integración. En cifras actualizadas, la obesidad y el sobrepeso afecta al 57.9% de peruanos mayores de 15 años, de acuerdo a la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Según la Endes, en el 2017, ambas condiciones de salud son factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares (como infarto al corazón y derrames cerebrales), diabetes mellitus tipo 2, trastornos del sueño, osteoartritis (una enfermedad degenerativa de las articulaciones), algunos tipos de cáncer como de endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon, así como problemas respiratorios, infertilidad, entre otros.
CAMBIOS SALUDABLES
La calidad de alimentos procesados en Perú, así como el consumo excesivo de estos pueden llevar a diagnósticos de obesidad. Más de 2200 millones de personas sufren obesidad en el mundo, según un estudio publicado en la revista The New England Journal of Medicine. Al respecto, el Ministerio de Salud (Minsa) promueve hábitos y estilos de vida saludables como una alimentación balanceada y la actividad física, que deben inculcarse desde temprana edad para evitar estas enfermedades en poblaciones vulnerables como niños y adolescentes.
“Un niño obeso tiene mayores probabilidades de seguir siéndolo en la edad adulta, además corre más riesgo de sufrir enfermedades crónicas, discapacidad y muerte prematura”, advierte Jorge Hancco, médico especialista del Equipo Técnico de la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de Daños No Transmisibles del Minsa.
Pero, la alimentación saludable no es la única clave para luchar contra la obesidad y el sobrepeso. La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 30 minutos diarios de actividad física: no solo realizar deportes a manera profesional o inscribirse y asistir a un gimnasio, sino también de actividades cotidianas como bailar, subir escaleras, correr, caminar, nadar y manejar bicicleta.
Además, los controles médicos periódicos para conocer peso, valores de presión arterial, glucemia (azúcar) y colesterol son importantes para obtener un diagnóstico precoz de enfermedades crónicas y poder seguir un tratamiento adecuado.
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