Investigadores comprobaron que los pacientes que practican tai chi reducen significativamente la incidencia de caídas.
Practicar tai chi, dos veces por semana, puede aportar numerosos beneficios a los enfermos de Parkinson porque mejora la estabilidad postural y la capacidad para caminar, al tiempo que se reduce el riesgo de caídas, indica un estudio del Instituto de Investigación de Oregon (ORI).
Para llegar a esta conclusión, los investigadores contaron con un total de 195 participantes que fueron separados en grupos para realizar diferentes ejercicios, entre ellos, el tai chi.
Tras una serie de análisis, los expertos observaron que los pacientes del grupo de "tai chi" eran capaces de inclinarse en cualquier dirección sin perder el equilibrio, al tiempo que demostraron mejores niveles de control de su cuerpo y una mayor capacidad para caminar.
Además, también superaron a los del grupo de entrenamiento de resistencia en equilibrio y longitud de zancada.
Asimismo comprobaron que los pacientes que practicaban tai chi redujeron significativamente la incidencia de caídas en comparación con los del grupo de estiramiento.
"Hay una serie de ventajas prácticas en el uso de tai chi para mejorar la disfunción motora que causa la enfermedad de Parkinson", reconoce Fuzhong Li, autor de la investigación, cuyos resultados publica la revista The New England Journal of Medicine (NEJM).
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