Más de medio millón de escolares, entre los 6 y los 16 años, en todo el país, necesitan utilizar lentes de medida, según cifras oficiales.
Ante la inminente llegada del año escolar 2015 que arranca de manera oficial este lunes 9 de marzo, es sumamente importante que los padres se preocupen por brindarle a sus hijos las mejores condiciones posibles para sus estudios y que así los chicos puedan tener un buen rendimiento escolar.
Sin embargo, existen factores que pueden dificultar este objetivo, como son las enfermedades oftamológicas. En ese sentido, la Doctora Karim Arellano, médico oftalmólogo del Hospital Edgardo Rebagliati, dio algunas recomendaciones para ayudar al menor cuando sufre este mal y así asegurar su buen rendimiento.
Es importante saber que los niños están en una etapa en la cual se puede prevenir enfermedades oftamológicas, por lo que si los padres notan que sus hijos, desde temprana edad, desvían el ojo, no enfocan bien los objetos, se acercan mucho al televisor, se soban los ojos o lagrimean es importante acudir donde un médico especialista que ayude a corregir la visión, sugiere Arellano.
Además, deben saber que los problemas oftamológicos son hereditarios, por lo que si los padres tienen medidas altas, hay posibilidades de que los hijos también. No obstante, hay casos de padres que no usan lentes de medida y sin embargo tienen hijos con problemas de visión. "Lo hereditario no viene necesariamente de los padres, puede venir del abuelo o algún familiar cercano", explica.
No es que sea flojo, es que no ve bien
Suele ocurrir que los profesores se quejan de algunos alumnos argumentando que estos son muy flojos, cuando la realidad podría ser otra.
"Si en clase les cuesta prestar atención, probablemente sea porque no están viendo bien y no necesariamente porque sean flojos o tengan algún problema de aprendizaje", explica la doctora Arellano, quien explica que "es porque se aburren de intentar entender algo que no logran ver bien".
¿Cuándo hay que evaluar a los niños?
Si los problemas de visión son detectados a temprana edad, es posible corregirlos. Lo ideal es que no pase los 6 o 7 años. Actualmente, varios colegios piden exámenes de vista a sus alumnos, lo que podría facilitar el diagnóstico de alguna enfermedad visual.
Arellano explica que si el niño fue prematuro "hay que estar alerta ya que ellos tienen el sistema óptico prematuro también", entonces hay más riesgo de retinas inmaduras. Por otro lado, advierte que los niños con síndrome de down son más propensos a tener enfermedades oftamológicas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los niños están en constante crecimiento, por lo que su medida es muy cambiante, ya que el ojo va creciendo también. Entonces "el niño necesita evaluaciones por lo menos cada 3 meses porque su medida va a ir cambiando", sugiere Arellano.
Finalmente, la especialista en oftalmología señala que es importante que al usar lentes, estos sean proporcianales al tamaño de su cara y que miren por el centro de las lunas.
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