Una de cada ocho mujeres que sangran después de la menopausia pueden tener cáncer de endometrio, advierte ginecólogo.
Un año después de la última menstruación la mujer inicia la etapa de la menopausia. Todo sangrado ocurrido después de este período, podría deberse a complicaciones; algunas benignas, otras incluso tan serias como un cáncer avanzado.
El doctor Giovanni Casafranca Mendoza, ginecólogo de Oncogyn, menciona que el sangrado después de la menopausia, sea abundante o en poca cantidad se considera anormal, porque puede ser un signo de peligro. “Siguiendo ciertos indicios se presume que una de cada ocho mujeres que sangran después de la menopausia pueden tener cáncer de endometrio”, advirtió.
En ese sentido el sangrado vaginal después de la menopausia puede estar relacionado al cáncer, siendo el de endometrio el más común. También se considera los sangrados por lesiones pre neoplásicas del endometrio llamadas hiperplasias.
El cáncer de cuello uterino avanzado también puede ser causa de sangrado postmenopáusico además de las mujeres que llevan una terapia de reemplazo hormonal.
A su vez, el especialista hace referencia de otras causas que son benignas. “No todo sangrado es cáncer para eso hay que hacer un buen examen, algunos pueden ser por pólipos, atrofia endometrial o por déficit hormonal, ya que en la vagina cuando faltan hormonas puede lacerarse o hacerse pequeñas heridas que pueden sangrar, pero no necesariamente son peligrosas”.
Mencionó que el grupo de mujeres que tienen mayor riesgo para este tipo de problemas son las mujeres obesas, las mujeres hipertensas, las mujeres diabéticas y las que están llevando terapia de reemplazo hormonal.
Por ello Casafranca Mendoza aconseja a todas las mujeres a hacerse chequeos de forma rutinaria a partir de los 40 años para prevenir enfermedades ginecológicas.
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