Una bacteria invadió los órganos de la mujer luego de ser quemada en un bus de Miraflores. Tras varios días de lucha, los médicos no encontraron antibiótico que pudiera controlar su infección.
Más de 10 operaciones le practicaron a Eyvi Ágreda, la mujer atacada en un transporte público por uno excompañero de trabajo. Su deceso se debió a un shock séptico, tras estar poco más de un mes internada con quemaduras de tercer grado. Especialistas explican en qué consiste este cuadro infeccioso generalizado.
“Las quemaduras de tercer grado son las más profundas, pues han quemado la piel y el tejido subcutáneo, o sea la capa de grasa que hay debajo de la piel, incluso pudo haber quemado los músculos, los cuales están debajo de la capa de grasa”, explica el médico internista de la Clínica Ricardo Palma Julio Cachay.
La piel tiene la función de dar una protección mecánica contra el medio ambiente y las bacterias que están en el aire y objetos. Al verse dañada, en este caso debido a las quemaduras, la persona está expuesta a infecciones. “Esto puede producir una infección generalizada, una sepsis; es decir, una infección que invade el torrente sanguíneo y daña todos los órganos del cuerpo”, agrega Cachay.
En declaraciones a RPP Noticias, el director del Hospital Guillermo Almenara, Luis Bromley, señaló que la joven agredida murió infectada por una pseudomona, un bacilo que se encuentra en las superficies limpias y sucias, en los hospitales y hasta en algunas partes del cuerpo como las axilas o la ingle. Los médicos de Eyvi Agreda derrotaron a la bacteria hasta dos veces, pero no lograron eliminarla, pues su particularidad es que se puede volver inmune.
“La pseudomona puede colonizar el cuerpo humano, esto significa que está en el intestino, a nivel del aparato respiratorios superior (bronquios) o la piel. Va a invadir el cuerpo a partir de los órganos principalmente cuando las defensas de la persona están disminuidas. Esto también lo podemos ver en personas con diabetes, con una neoplasia maligna o con quemaduras extensas”, sostiene Cachay.
Los especialistas la intervinieron 12 veces: colocaron injertos tomados de su cuerpo para revitalizar su piel. En tanto, su tejido necrótico fue retirado en las primeras 5 intervenciones y durante ese tiempo la mantuvieron con analgésicos.
“A esta señorita se le fue arrancada la piel hasta en un 60% debido a la quemadura. A partir de esta exposición interna de su cuerpo, al no haber la barrera inmunológica, el germen entró a su cuerpo. No encontramos antibiótico en el mundo que pudo haber controlado esa infección”, explica Bromley.
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