Las caídas son una de las principales causas de lesiones en adultos mayores y es crucial saber cómo reaccionar adecuadamente después de un incidente de este tipo. Tomar las medidas correctas inmediatamente puede marcar la diferencia en la prevención de complicaciones.
Las caídas representan un peligro para las personas de todas las edades, pero son especialmente riesgosas para los adultos mayores. Se estima que uno de cada tres adultos mayores de 65 años sufrirá una caída, y la probabilidad aumenta a uno de cada dos en personas mayores de 80 años. Además, se calcula que el 75 % volverá a caerse en el transcurso de los siguientes 12 meses. Aproximadamente, una de cada cuatro caídas resultará en una fractura y el 5 % de las caídas provocará una hospitalización.
El 60 % de las caídas en adultos mayores ocurren en el hogar, mientras que el 30 % sucede en la calle y el 10 % en los hospitales. Las consecuencias de estas caídas en la salud, conocidas como morbilidad, así como el riesgo de mortalidad asociado, son considerables, lo que hace que la prevención y el cuidado sean fundamentales para reducir el impacto de estos incidentes en la salud de los adultos mayores.
En este contexto, el doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP, destacó en Espacio Vital las siete acciones que una persona debe tomar después de sufrir una caída:
1. Muévete despacio.
Una persona que sufre una caída debe moverse despacio para evitar empeorar las lesiones. Primero, debe intentar mover lentamente una pierna, luego la otra, un brazo y finalmente levantar la cabeza. Después de realizar estos movimientos, es importante hacer un inventario para evaluar qué partes del cuerpo han sido golpeadas o lesionadas, permitiendo así identificar posibles daños antes de intentar levantarse o pedir ayuda.
2. Haga una revisión de todo el cuerpo.
Tras una caída, es fundamental realizar una revisión exhaustiva de todo el cuerpo para detectar posibles lesiones. Se debe inspeccionar las piernas, los brazos, la cabeza y la columna, buscando heridas, abrasiones o cualquier lesión abierta. Esta evaluación debe ser inmediata, ya que permite determinar rápidamente qué acciones tomar a continuación, como pedir ayuda o buscar atención médica, y evitar que una lesión no detectada empeore.
3. Si te golpeaste la cabeza, acude inmediatamente al hospital.
Cuando una persona mayor se golpea la cabeza, existe el riesgo de que, con el tiempo, desarrolle hemorragias subdurales, que son acumulaciones de sangre que ocurren lentamente entre el cerebro y la capa que lo recubre. Los síntomas de estas hemorragias pueden no aparecer de inmediato, sino que se manifiestan entre 2 y 7 meses después de la caída.
4. Trata las lesiones menores en casa.
Si después de una caída no hay signos de lesiones graves, como golpes en la cabeza o problemas en la columna, y eres capaz de mover el cuello y las piernas con normalidad, las lesiones menores pueden ser tratadas en casa.
5. Reflexione sobre los factores que llevaron a la caída.
Después de una caída, es importante reflexionar sobre los factores que la provocaron. Preguntarse "¿por qué me caí?" es el primer paso para identificar las causas, que pueden ser tanto externas como intrínsecas. Las causas externas incluyen factores como una alfombra mal colocada que causó un resbalón, mientras que las causas intrínsecas pueden ser problemas de salud, como un mareo repentino que provocó la caída. Analizar ambos tipos de factores es importante para entender lo sucedido y tomar medidas para prevenir futuros accidentes.
6. Reduzca los riesgos de caídas en su hogar.
Si te has caído en casa, es fundamental revisar si tu hogar está adaptado a tus necesidades y las de tu seguridad. Pregúntate si la casa está diseñada pensando en ti como adulto mayor o si está más orientada a las necesidades de los jóvenes que viven contigo. Es importante inspeccionar cuidadosamente el entorno, buscando posibles riesgos como alfombras resbaladizas, escaleras sin barandas o la falta de agarraderos en los baños. Tomar medidas para corregir estas situaciones ayudará a reducir los riesgos de caídas.
7. Mantente activo.
Después una caída, es posible que la persona se vuelva más cautelosa y tema que se vuelva a repetir, lo que puede llevarla a reducir su actividad física y volverse más sedentaria. Sin embargo, es fundamental mantenerse activo, ya que caminar todos los días o realizar ejercicios puede ayudar a fortalecer los músculos y los huesos. Mantenerse en movimiento no solo mejora la salud en general, sino que también es una medida preventiva para reducir el riesgo de futuras caídas y mejorar el equilibrio y la coordinación.
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