Los factores socioeconómicos determinan más la longevidad que los genes

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Es común escuchar que si los abuelos de una persona vivieron hasta cerca de los 100 años, esta tendría la misma posibilidad de vivir esa cantidad de años. Sin embargo, es falso. Un estudio realizado por investigadores estadounidenses y publicado en la revista Genética concluye que los factores sociales y medioambientales son determinantes frente a los genes. Elmer Huerta, Consejero Médico de RPP Noticias, explica.

La publicación establece que la longevidad del ser humano es correlativa a la de las personas que comparten sus hábitos diarios. Tras analizar los árboles genealógicos de 54 millones de personas (en total 406 millones de estadounidenses) se llegó a la conclusión de que la contribución de los genes es mucho menos de lo que se pensaba.

"El 7% de los factores determinantes para la longevidad son genéticos. Solo en seres humanos con parientes superlongevos, la genética sería más determinante", comenta.

Entre los resultados llama la atención de que hay más correlación entre la longevidad de vida de esposos que entre hermanos. ¿La razón? Una pareja comparte estilos de vida y recibe la misma influencia del medio ambiente: comparten dietas diarias, duermen las mismas horas e incluso realizan o no ejercicio en la misma proporción.

Además, hay más correlación de la longevidad con los parientes políticos, debido a que se generan alianzas entre personas del mismo nivel socioeconómico. Es decir, la posición económica es clave para determinar la cantidad de años que se vivirá.

ESPERANZA DE VIDA

Un estudio publicado en la revista británica The Lancet confirma que la expectativa de vida máxima a nivel mundial serán los 90 años, situación que puede ser vista en países occidentales, como Corea del Sur.

Elmer Huerta explica que en el Perú la expectativa de vida de 73 a 79 años como promedio. “La expectativa de vida ha aumentado en cifras de 2012. Ahora se espera que un peruano nacido en la última década viva por casi 80 años”, dijo.

Según relatos históricos, en tiempos del Imperio Romano, una persona no vivía más de los 28 años, debido a las enfermedades, la dieta alimentaria y las recurrentes guerras. En América Latina, a inicios del siglo 1900, la expectativa de vida de los varones era de 41 años, dos años menos que el de las mujeres