Debido a su condición de alta sensibilidad, las personas con autismo pueden sufrir una tortura debido a los terribles ruidos de las explosiones.
Existe un grupo de niños y jóvenes que no disfrutan de la Navidad tanto como el resto de la población peruana. Hablamos de las personas con el trastorno del espectro autista (TEA). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), de cada 160 niños, uno presenta este tipo de trastorno.
Las personas con autismo tienen como características principales la alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje. Además, de estar interesados en actividades estereotipadas y repetitivas. La epilepsia, la depresión, la ansiedad y un trastorno de déficit de atención e hiperactividad también son anomalías en su personalidad.
El comportamiento altamente sensible de la población con autismo frente a lo que lo rodea los vuelve vulnerables, de forma extrema, a ciertos eventos de sonido estruendoso y luces cegadoras, como los pirotécnicos que se revientan a lo largo del mes de diciembre por las festividades de Navidad y Año Nuevo. Este tipo de actividades afectan la salud mental y física de este grupo humano.
RPP Noticias se comunicó con la psicóloga clínica y psicoterapeuta de niños, Teresa Pacheco, quien afirmó que estímulos altamente combustibles como los pirotécnicos alteran a las personas con autismo. “La sensibilidad que lo caracteriza no es exclusiva de los niños, sino de jóvenes y adultos. Les desestabiliza su salud mental. Se asustan, se esconden o lloran”, detalla la especialista en psicología.
Una campaña para proteger la salud de la población autista
Milagros Huamán, directora de la Asociación Soy Autista y Qué, está difundiendo la campaña “Celebra sin pirotecnia” con la que desean llegar a las conciencias de las personas para que en Navidad y Año Nuevo no sigan utilizando más aparatos pirotécnicos y así no afectar la estabilidad emocional de la población con autismo.
Debido a que las personas con autismo tienen el oído inmaduro pueden registrar los sonidos con decibeles más altos que nosotros, por lo tanto, un ruido o una bombarda de una rata blanca o un cohetón puede afectarles el tímpano. Muchas veces se cubren el tímpano de manera brusca y algunos niños se han roto el tímpano, informa Milagros Huamán.
“Las personas con autismo no lo toleran. Tienen el oído inmaduro. Entran en un trance. Muchas de ellas tienen convulsiones. Por favor, no usen pirotécnicos. Que estas navidades sean felices para todos porque la verdad las personas con autismo no lo son porque viven estresadas por los sonidos estruendosos que hasta les puede producir la muerte”, dice la representante de Soy Autista y Qué.
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