Impulso definitivo a la reforma, se dará durante la sesión especial que celebra el Consejo Ejecutivo de la organización, integrado por 34 expertos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afronta una profunda reforma para intentar ser más eficaz en tiempos de crisis, que han obligado a la institución a despedir a 300 de sus 2.400 trabajadores con sede en Ginebra antes de finales de 2011.
El impulso definitivo a la reforma, cuyos ejes principales fueron planteados a mediados de año, se dará durante la sesión especial que celebra en el Consejo Ejecutivo de la organización, integrado por 34 expertos elegidos por la Asamblea Mundial de la Salud.
El Consejo se reúne al menos dos veces al año, con una reunión principal normalmente en enero, seguida de una segunda reunión más breve en mayo, inmediatamente después de la Asamblea de la Salud, pero la urgencia de la reforma llevó a convocar la sesión especial.
El 25 % del presupuesto de esta agencia de la ONU proviene de los Estados miembros y el otro 75 por ciento de las aportaciones voluntarias, y ambas partidas se han visto muy afectadas en los últimos tres años a causa de la crisis.
El presupuesto aprobado para el bienio 2012-2013 es de 3.959 millones de dólares, frente a los 4.500 millones del periodo 2010-2011, lo que unido a la apreciación del franco suizo frente a la divisa estadounidense ha forzado esta reestructuración.
La directora general de la OMS, la doctora china Margaret Chan, abrió la reunión del Consejo Ejecutivo con un discurso en el que hizo un llamamiento a "dar forma al futuro de la OMS y a nuestra capacidad para mejorar la salud y reducir algo del sufrimiento existente en este mundo complejo e interdependiente".
Chan señaló que ahora corresponde a los Estados miembros adoptar decisiones en las propuestas concretas elaboradas en el seno de la OMS y pidió que este proceso se lleve a cabo con cuidado para no comprometer la posición de fortaleza de la organización.
La directora general hizo una encendida defensa del "poder de la OMS", recordando que "el mundo en desarrollo está lleno de los desperdicios y de los restos de proyectos de corta vida" en materia de salud, con los que la organización no ha tenido nada que ver.
"La OMS merece respeto. Los principales expertos científicos y médicos del mundo nos conceden su conocimiento con orgullo", aseguró.
Además, defendió el papel crucial que juega la OMS en las políticas sanitarias de prevención -"que son el corazón de la sanidad pública"- y en la lucha por la igualdad -"que es su alma"-.
EFE
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