¿Qué debemos hacer cuando un adulto mayor sufre una caída o se atraganta con la comida? Isis Ramos, vocera del SAMU, nos comparte recomendaciones clave para manejar estas situaciones de manera segura y efectiva.
Las caídas y los accidentes relacionados con la comida son situaciones comunes que afectan a muchas personas mayores, poniendo en riesgo su salud y bienestar. Estos eventos pueden ocurrir en cualquier momento, ya sea en el hogar o en un entorno fuera de él, y saber cómo reaccionar de manera rápida y adecuada puede marcar la diferencia en la recuperación de la persona afectada.
En este contexto, es esencial contar con el conocimiento de los primeros auxilios específicos para adultos mayores, quienes tienen una vulnerabilidad mayor debido a su edad y condición física. ¿Qué debemos hacer cuando un adulto mayor sufre una caída o se atraganta con la comida? Isis Ramos, coordinadora del Sistema de Atención Móvil de Urgencia (SAMU), nos comparte recomendaciones clave para manejar estas situaciones de manera segura y efectiva.
De acuerdo con la especialista, cuando un adulto mayor sufre una caída, ya sea en la ducha o al resbalar en las escaleras, es fundamental tener en cuenta dos puntos clave para asistirlo correctamente: mantener la calma y estar preparados. La especialista señala que estar preparados ante este tipo de situaciones ayuda a reducir el temor, lo que a su vez facilita una reacción más efectiva. En estos casos, es importante no intentar mover a la persona ni levantarla, ya que existe la posibilidad de que haya sufrido una fractura, y el movimiento incorrecto podría empeorar su estado. La recomendación principal es llamar inmediatamente al 106 del SAMU, para que un especialista pueda acudir al lugar y revisar al adulto mayor con la debida atención.
Además de mantener la calma y esperar la asistencia profesional, es crucial acercarse al adulto mayor y evaluar su estado de conciencia. Esto implica hacerle preguntas simples, como su nombre, su edad o la fecha actual, para verificar si responde de manera coherente. Continuar conversando con la persona puede ayudar a determinar si su orientación está afectada. Si se observa que la persona no responde de la manera habitual o muestra un comportamiento extraño, es recomendable sospechar que algo más grave podría estar ocurriendo y, en ese caso, comunicarse de inmediato con el SAMU para que el personal adecuado pueda tomar el control de la situación.
Ramos subraya que existen emergencias en las que la preparación es esencial, ya que de ello depende la vida del adulto mayor. Un ejemplo claro de esto es el atragantamiento, una situación crítica en la que el tiempo de respuesta es crucial. En estos casos, el cerebro del adulto mayor puede comenzar a sufrir daño por la falta de oxígeno, por lo que es fundamental actuar rápidamente. La técnica que debe conocerse para estos momentos es la maniobra de Heimlich, que permite liberar la obstrucción de las vías respiratorias.
Esta técnica consiste en colocarse detrás de la persona, hacer un puño con una mano y colocarlo justo encima del ombligo, sujetándolo con la otra mano. Luego, se debe realizar una maniobra en forma de "J", empujando con fuerza hacia arriba, aplicando la presión necesaria para desalojar el objeto que bloquea la vía aérea. Según la vocera del SAMU, esta maniobra debe aplicarse cuando la obstrucción es grave, como en el caso de que el adulto mayor se atragante con un trozo grande de comida que impide el paso del aire, poniendo en peligro su vida.
Otro accidente común entre los adultos mayores son las quemaduras, que pueden ser causadas por contacto con superficies calientes, líquidos o incluso aparatos eléctricos. En estos casos, la recomendación más importante es aplicar agua corriente fría sobre la zona afectada durante 15 a 20 minutos. Es crucial no utilizar agua helada ni colocar hielo, ya que esto podría empeorar la lesión, y mucho menos aplicar agua caliente, lo que agravaría la quemadura.
La especialista también señala que existen muchas creencias populares sobre lo que se debe aplicar en las quemaduras, pero muchas de estas prácticas deben ser evitadas. Por ejemplo, algunas personas recurren a poner papa, pasta dental o aceite sobre la herida, lo cual resulta altamente perjudicial. Estas sustancias no solo pueden empeorar la condición de la quemadura, sino que también pueden retrasar la cicatrización e incluso provocar infecciones. Por ello, es fundamental no aplicar nada más que agua corriente sobre la quemadura hasta que se reciba atención médica adecuada.
En caso de un atragantamiento con agua, la recomendación inicial es toser para intentar despejar las vías respiratorias. Sin embargo, cuando la persona ha ingerido una cantidad significativa de agua, esto ya puede convertirse en un ahogamiento. Esto suele ocurrir, por ejemplo, cuando estamos en la piscina o en la playa y, al tragarnos agua accidentalmente, esta pasa a las vías respiratorias. Si la persona pierde el conocimiento debido al ahogamiento, es crucial realizar maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP). Estas maniobras consisten en realizar compresiones torácicas, las cuales no solo ayudan a mantener la circulación sanguínea, sino que también favorecen la expulsión del agua de los pulmones.
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