Las propiedades medicinales del Ipé amarillo son tan conocidas que el árbol ha sido bautizado en algunas regiones de Brasil y Paraguay como "Paratodo".
Una sustancia extraída de un árbol muy común en algunos países suramericanos ha demostrado ser eficaz para tratar las lesiones provocadas por el veneno de serpientes, en experimentos realizados por investigadores brasileños en animales.
El producto fue extraído de la corteza del Ipé amarillo (Tabebuia aurea), un árbol de hasta 15 metros que, con sus vistosas flores, tiñe de amarillo los paisajes de la sabana brasileña, del Pantanal y de algunas regiones de Bolivia, Guayana, norte de Argentina, Perú y Paraguay, donde se conoce como Tajy o Lapacho amarillo.
Probada en ratones en el laboratorio, la sustancia se mostró muy eficaz para reducir la inflamación provocada por la mordedura de las serpientes, contener la hemorragia, minimizar el edema y disminuir la toxicidad del veneno.
"Conseguimos identificar y aislar la sustancia responsable por esos efectos y ya la patentamos", dijo a Efe la farmacéutica Mónica Kadri, investigadora de la Universidad Federal de Mato Grosso do Sul (UFMS) y coordinadora del proyecto.
La especialista aclaró que un posible fármaco desarrollado a partir del extracto del Ipé amarillo no sustituirá al suero usado para tratar las mordeduras de la serpiente sino que servirá como un complemento a esta terapia "para disminuir las lesiones, traumas y síntomas" provocados por el veneno.
Kadri, integrante de la red de investigación Inovatoxin (Innovación con Venenos de Animales de la Biodiversidad del Centro-Oeste de Brasil), dijo que escogió el Ipé amarillo para sus estudios debido a que los relatos populares de habitantes del Pantanal ya le atribuían propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes en casos de ataques de serpientes.
Las propiedades medicinales del Ipé amarillo son tan conocidas que el árbol ha sido bautizado en algunas regiones de Brasil y Paraguay como "Paratodo".
"Decidimos investigar las actividades antiofídicas de la Tabebuia aurea en ratones a los que les inyectamos el veneno con la intención de obtener nuevos inhibidores de la acción del veneno que puedan complementar la sueroterapia y revertir las lesiones locales causadas por el envenenamiento", explicó Kadri.
La sustancia, un extracto de la corteza tratado con alcohol etílico, fue experimentada como antídoto para el veneno de tres especies de serpientes Bothrops, género responsable de la mayoría de las muertes provocadas por mordeduras de víboras venenosas en todo el continente americano.
Las especies escogidas fueron la Bothrops moojeni, la Bothrops neuwiedi y la Bothrops jararaca, las más comunes en la región del Pantanal, conocidas popularmente como punta de lanza, jaracacá, terciopelo, urutú y boca de sapo.
Los investigadores proponen asociarse con industrias farmacéuticas, universidades y centros científicos para proseguir los estudios, realizar pruebas clínicas (con humanos), desarrollar el producto específico y patentarlo
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