Una conexión mejor optimizada entre las neuronas del cerebro aceleraría la respuesta y volvería más inteligente a la persona.
Uno de los mitos que quizás sea de los más populares, es la creencia de que una cabeza de mayor tamaño implica que la persona es más inteligente.
Sin embargo, para el científico del cerebro y facilitador de neurofeedback, Ricardo Rojas, una persona inteligente sería aquella que tiene un cerebro más pequeño y menos pesado. Un ejemplo claro es que la masa encefálica de Einstein pesaba menos que un cerebro de peso común.
“Un cerebro con menos peso implica que está más y mejor podado. El cerebro se desarrolla mediante un proceso de conectividad y velocidad, los procesos de conectividad implican un florecimiento y un podado de conexiones. Cuando mejor podado queda, menos pesa, porque menor es la cantidad de materia gris que se utiliza”, indicó Rojas.
Respecto al podado, esto quiere decir que cuando las neuronas empiezan a comunicarse y establezcen sus conexiones un químico del cerebro poda los enlaces que no están siendo usadas o que son redundantes o que no tiene nada que ver con la persona “las poda literalmente. Y esto ocurre desde el nacimiento hasta los 20 años de edad”, aseguró el científico.
Cabe indicar que si el podado resultante es mejor, entonces se tendrán mejores redes neuronales, mejores circuitos neuronales y la persona tendrá una mejor especialización en lo que haya elegido para su vida.