A propósito de que el roquero estadounidense Tom Petty murió de un paro cardíaco, es decir, cuando falla el impulso eléctrico del corazón.
El corazón bombea entre 60 a 80 veces por minuto, es un músculo activo que necesita de bastante sangre fresca, oxígeno y de un sistema eléctrico que permite que se contraiga en cada latido. Cuando alguna de estas condiciones falla, el desenlace puede ser fatal, tal y como ocurrió con el roquero estadounidense Tom Petty, quien murió a los 66 años producto de un paro cardíaco.
Un infarto cardíaco o enfermedad isquémica, es diferente. Ocurre cuando se obstruyen las arterias coronarias a consecuencia de una mala circulación, que impide el paso de oxígeno y sangre limpia a través de la arteria aorta.
“Una acumulación lenta de la placa (material graso) puede estrechar una de las arterias coronarias, de manera que resulta casi bloqueada”, señala el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NHI, por sus siglas en inglés).
En cambio, el paro cardíaco depende del sistema eléctrico interno que controla el ritmo de los latidos del corazón, y es autónomo. "Da la chispa para que el corazón lata 60 a 80 veces por minuto, cuando se interrumpe esa chispa eléctrica viene el paro cardíaco", explica Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias.
Cuando se interrumpe este impulso eléctrico, el corazón deja de latir y la persona se desploma. "El paciente que sufre un paro cardíaco puede que tenga sus coronarias intactas, porque el problema es eléctrico", dice Huerta.
"Es distinto de un infarto, en el que el corazón suele continuar latiendo pero el flujo sanguíneo hacia el órgano se encuentra bloqueado", precisa la NHI.
Entre las posibles causas de un paro cardíaco están el estrés físico y algunas condiciones genéticas, aunque a veces no es posible saber la verdadera razón.
Sin atención médica, la persona puede morir en pocos minutos. Necesita recibir desfibrilación inmediata, es decir, un choque eléctrico que restaure el ritmo cardíaco normal. Como una medida de emergencia también se puede aplicar resucitación cardiopulmonar (RCP) hasta que la desfibrilación sea posible.
“La autopsia es la que determina si la muerte se produjo por un problema coronario o hubo una anormalidad en el sistema eléctrico”, concluye el doctor Huerta.
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