Si la hipertensión no se atiende de manera oportuna puede originar eventos que pueden causar la muerte como el infarto cardíaco y el derrame cerebral.
Los médicos tienen un nombre particular para describir a la hipertensión o presión alta, el asesino silencioso. La razón principal de este sobrenombre es que esta enfermedad no presenta síntomas al inicio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que uno de cada tres adultos con este mal desconoce de su patología.
De acuerdo con el portal MedLine Plus, la hipertensión arterial puede producir enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud.
Lo complicado con la hipertensión es su difícil diagnóstico en un estado inicial debido a la ausencia de síntomas, sin embargo, ciertos factores de riesgo presentes en el paciente ayudan a predecir el desarrollo de esta enfermedad al corazón, según el cardiólogo de la Clínica Ricardo Palma, Jorge Casana.
“Existen ciertos factores que ayudan a desencadenarla a más temprana edad como la herencia genética, el medio ambiente (contaminación), los malos hábitos alimenticios (grasas, azúcares y sal), el estrés y el sedentarismo”, dijo Casana a RPP Noticias.
De acuerdo con el cardiólogo, la hipertensión debe evitarse porque existen complicaciones que pueden quitarle la vida al paciente. Por ejemplo, a nivel cardíaco puede generar un infarto al miocardio, daño en las válvulas, la arritmia y la hipertrofia del músculo cardiaco.
Pero eso no es todo, el cerebro también puede ser impactado con derrames cerebrales, isquemia, alteraciones visuales (como la ceguera) e insuficiencia renal crónica.
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