Cristiano Jr. es el hijo de 6 años de CR7, ahora la prensa anuncia que el jugador portugués tendrá gemelos y de nuevo ha optado por la gestación subrogada.
El astro del fútbol Cristiano Ronaldo tendrá gemelos, según informan medios británicos. El jugador portugués parece tener una vocación por la paternidad, pues luego de su primogénito, de 6 años, ha vuelto a optar por la gestación subrogada o el llamado vientre de alquiler.
Aunque CR7, de 32 años, actualmente tiene un noviazgo con Georgina Rodríguez, 10 años menor que él, la decisión de extender la familia ha sido por medio de la reproducción asistida en una mujer estadounidense que acogerá en su útero el embrión previamente engendrado mediante fecundación in vitro.
Al menos 20.000 niños nacen en todo el mundo mediante esta técnica, según la ONG suiza International Social Security. Entre tanto, el número de adopciones disminuye por lo tedioso y lento del proceso.
Rusia, Georgia y Grecia se encuentran entre los países donde es legal la gestación subrogada y se permite a los extranjeros. India y Tailandia, en cambio, solo aceptan esta práctica en ciudadanos nacionales. Pero este tratamiento de fertilidad no deja de ser polémico.
"Desarrollar un vientre de alquiler tiene una serie de aristas complicadas, tanto desde el punto de vista médico, legal, social, psicológico, etc. Debe dejarse por escrito en un contrato todas las cosas que luego podrían generar conflictos. ¿Qué pasa si la gestante enferma y corre riesgo por el embarazo? ¿Qué pasa si el bebé tiene algún tipo de malformación? ¿Qué pasa si el bebé está mal y se requieren procedimientos que pueden afectar a la gestante? ¿Qué pasa si la mujer no tuvo los cuidados necesarios y consumió drogas y eso afecta al feto? Hay muchísimas situaciones que pueden complicarse y deben ser evaluadas previamente", explica el médico gineco obstetra Enrique Flint.
El especialista aclara que este método implica que el bebé no estará relacionado genéticamente con la mujer que prestará su útero, pues si fuese ella la madre se trataría de una inseminación o donación de espera, no de una subrogación. "La paciente que es la receptora necesitará progesterona, la hormona más importante del embarazo y que secreta la mujer en cinta; pero como este no es el caso y se le ha implantado el embrión, habrá que darle suplemento de progesterona durante al menos el primer trimestre de la gestación. Luego todo sigue su curso, con todos los riesgos de cualquier gestación normal".
Usualmente este tratamiento de reproducción asistida se sigue si hay algún daño en el útero o si la aspirante a madre no tiene uno. También si ha habido varios embarazos fallidos o existe una enfermedad cardíaca severa como contraindicación.
Si bien no hay vínculo genético o hereditario entre la madre vientre de alquiler y el embrión, sí pueden ocurrir malformaciones congénitas derivadas del embarazo. Esto podría llevar a querer dar marcha atrás en el proceso. Las reglas deben estar claras.
"No debe haber ni apego ni rechazo. Si el embarazo produce molestias severas o problemas de salud, la gestante puede decidir que no le provoca seguir y pedir un aborto. Por eso es importante un acuerdo que delimite qué son molestias, cuáles son los riesgos y a cuáles de ellos se compromete a enfrentar".
Es importante un asesoramiento legal y psicológico de todos los involucrados.
De acuerdo al psicólogo clínico y especialista en salud sexual y reproductiva Gary Rivera, una gestación subrogada sí puede crear un sentimiento de pertenencia hacia el feto. "Sentirlo creciendo en su vientre hace que lo sienta como suyo y luego ya no lo quiera entregar. La mujer tiene que tener en claro que no va a ser un bebé suyo, de lo contrario puede generar un futuro cuadro depresivo, sentimientos de culpa y otros daños a su estado emocional".
Ese sentido de pertenencia tampoco cabe de los padres biológicos hacia la madre sustituta, sometiéndola a un excesivo control sobre sus elecciones y hábitos durante todo el proceso de gestación.
Hay una delgada línea que separa lo bueno y lo malo que implica el vientre de alquiler. Por ejemplo, destaca Rivera, es positivo que la pareja pueda acompañar la gestación, eso genera vínculos y expectativas. Pero se rechaza que el feto sea tratado como un objeto que si no gusta, se cambia o se devuelve.
"Algunos países no permiten esta técnica porque algunas mujeres alquilan su vientre una y otra vez y eso les genera problema de salud ginecológico y mental", señala el también colaborador en la ONG Apropo.
Finalmente, tenga en cuenta que en el Perú lo más probable es que se practique la gestación subrogada, pero no de forma pública porque es algo ilegal que no ha sido legislado, al igual que otros tratamientos de fertilidad.
En opinión del especialista, legalizar esta práctica en el país implicaría que la mujer subrogada pase por los controles de rutina y tenga una buena la salud emocional y física. El pago por este proceso de embarazo es necesario debido a los gastos médicos, aunque esto puede omitirse si la gestante será un familiar que no reclame una retribución económica.
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