Se puede mantener a Papa Noel como parte de una tradición en los primeros años de vida o todo lo contrario. Todo dependerá de la personalidad del niño.
De barba blanca y vientre abultado: ese es Papa Noel. ¿Mito o verdad? Lo cierto es que la visita de un anciano bonachón que reparte regalos en Navidad, no cae nada mal a nadie.
Sin embargo, los especialistas se cuestionan acerca de si los padres deben de mentirles a sus hijos cuando ellos les preguntan por Santa Claus. “La moralidad de hacer que los niños crean en estos mitos debe cuestionarse”, opinan en la experta en salud mental Kathy McKay y el psicólogo Christopher Boyle, en un artículo publicado en The Lancet Psychiatry.
Los autores argumentan que esta "mentira injustificada", perjudica la confianza en los padres y crea escepticismo en los niños, cuando se enfrentan a la verdad.
Se puede mantener a Papa Noel como parte de una tradición en los primeros años de vida o todo lo contrario. Las dos opciones son válidas, todo dependerá de la personalidad del niño.
Niños altamente analíticos. "Con ellos hay que tener una posición realista y progresiva. Va a ser muy natural decirles frases como: "es una tradición", "es nuestro ayudante", "es parte del espíritu de la Navidad”. Así se puede introducir la verdad", explica la psicóloga peruana María Julia Cárdenas, especialista en niños y terapeuta familiar.
Niños inocentes. "Hay que darles la noticia a tiempo, no que ellos la descubran de golpe y por terceras personas. Decirles: "hemos querido que vivas esa ilusión, pero tienes que saber que los regalos los traemos nosotros”, agrega la especialista.
Se respeta si los padres quieren decirles a sus hijos la verdad desde un primer momento. Pero también se puede apelar a conceptos que son cercanos a ellos, para hacerles entender que Papa Noel es un mito. Por ejemplo, se les puede decir que los superhéroes tampoco existen, pero es válido emocionarse con sus historias y aventuras.
Los ojos de un adulto no ven lo mismo que los de un niño. Esa visión más creativa y cargada de imaginación es propia de la infancia, durante esa etapa no es difícil aceptar que un hombre pueda vivir en el Polo Norte y tener renos voladores; pero debe haber un freno. "Hay que hacerlos aterrizar y decirles como son las cosas", anota la psicóloga María Julia Cárdenas.
Además, la madurez cerebral es un proceso que debe seguir su curso, reflexiona la psiquiatra finlandesa Tuula Tamminen, presidenta de honor de la Asociación Mundial para la Salud Mental Infantil. “Cuando este proceso va bien, el niño practica cómo superar el sentimiento de decepción y se enorgullece al saber que tiene edad suficiente para saber más que los niños más pequeños”.
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