Estar expuestos al aire contaminado incrementa el riesgo de contraer enfermedades crónicas principalmente en niños y adultos mayores.
La contaminación del aire es uno de los problemas ambientales más severos a nivel mundial. Está presente en todas las sociedades independientemente del nivel de desarrollo socioeconómico, y constituye un fenómeno que tiene particular incidencia sobre la salud del ser humano.
Los más afectados por los riesgos ambientales son los niños pequeños y las personas mayores, en concreto los menores de cinco años y los adultos de 50 a 75 años. Un informe de UNICEF nos revela una cifra sumamente alarmante: Cerca de 300 millones de niños en el mundo respiran aire contaminado; de ellos, 220 millones respiran aire con un índice seis veces más contaminado que el considerado “límite” de seguridad.
El principal problema es que los niños son el sector más vulnerable debido a que sus pulmones están en un proceso de desarrollo. Además, los niños más pequeños respiran más rápido e inhalan más aire que los adultos en comparación con el tamaño de sus cuerpos. Por eso, son más propensos a contraer infecciones en las vías respiratorias y enfermedades diarreicas.
Para el Dr. Carlos Dora, coordinador en el Departamento de Salud Pública y Determinantes Ambientales y Sociales de la Salud de la OMS, la contaminación del aire es responsable del 15% de muertes por neumonía en niños pequeños, 22% por enfermedades relacionadas al corazón y 5% por enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Los grupos más vulnerables frente a la contaminación del aire, después de los niños, son los adultos mayores, las personas que padecen enfermedades crónicas respiratorias o cardiovasculares, y las mujeres embarazadas.
Según un estudio publicado en la revista Environmental Health Perspectives, las mujeres embarazadas expuestas a altos niveles de contaminación tienen más probabilidades de tener hijos con bajo peso al nacer, lo que podría traer graves consecuencias sobre la salud de los niños.
“Si los países no adoptan medidas para que los ambientes en los que se vive y se trabaja sean sanos, millones de personas seguirán enfermando y muriendo prematuramente”, señala la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS.
¡Cuidemos y exijamos un mejor aire para respirar!
Este contenido es parte de la campaña conjunta La calidad de vida se respira de Cálidda y RPP.
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