Cada 23 de abril se conmemora el Día Mundial del Libro. Se escogió esta fecha porque en la misma fallecieron grandes figuras literarias como Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega.
“Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”, dijo alguna vez el Nobel peruano de Literatura, Mario Vargas Llosa. El escritor lo decía porque, como la mayoría de los maestros de la palabra escrita, consideran que el acto de leer enriquece su conocimiento literario. Sin embargo, la lectura de libros no solo se resume a un beneficio cultural, sino que sus aportes alcanzan hasta a nuestras neuronas.
Leer no produce Alzheimer, como señaló un famoso congresista de Fuerza Popular. Por el contrario, la lectura de un buen libro puede considerarse un ejercicio vital que entrena a nuestro cerebro para prevenir diversas enfermedades neurológicas. ¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando leemos?
RPP Noticias se comunicó con el neurólogo David Lira del Instituto Peruano de Neurociencias, quien nos explica que la lectura de libros es como un alimento. Y así como el cuerpo necesita una nutrición balanceada y variada para fortalecerse, el cerebro se enriquece mientras la lectura sea diversa.
“Cuando uno lee un texto con información diferente a la que uno habitualmente usa en su trabajo, por ejemplo, ciencia ficción, desarrolla conexiones cerebrales nuevas y esto hace que se desarrollen nuevas vías, lo que previene daño cerebral neurodegenerativo como la demencia por Alzheimer”, precisó.
Leer es sinónimo de empatía
La lectura no solo tiene una proyección en nuestro cerebro, sino que también nos vuelve más humanos. Leer incrementa nuestra capacidad de razonamiento y nos brinda beneficios comparables a los de una terapia psicológica.
La psicóloga Liliana Tuñoque de la Clínica Internacional desarrolla este punto. “Mejora nuestra atención, concentración, nuestra percepción, estimula toda nuestra imaginación, asimismo la lectura estimula nuestra empatía, que nos ayuda a ponernos en el lugar del otro”, dijo.
Ambos expertos concuerdan en que la lectura debe ser una costumbre permanente, cultivada desde que somos niños. La psicoterapeuta infantil, Teresa Pacheco, nos cuenta cuánto influye en los más pequeños de la casa sumergirse en el mundo de la lectura.
“Además de mejorar la capacidad de escucha, su vocabulario y también la expresión escrita, incrementa la imaginación. También a nivel afectivo, permite a través de los relatos, experimentar sensaciones, sentimientos, y a través de ellos ir madurando y aprendiendo”, sostuvo Pacheco.
La lectura es una actividad vital que enriquece a la persona intelectual y a nivel humano. ¿qué esperas para agarrar un libro? Tu mente te lo agradecerá.
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