La lluvia genera emociones, como enojo o melancolía. Este fenómeno natural también puede activar recuerdos.
Las gotas de lluvia tienen forma de lágrima, de allí que algunos la asocian a la melancolía y a la tristeza. Es más probable que los sentimientos de rechazo afloren cuando este fenómeno natural llega de improviso, así lo cree la chica en tacones que sale apurada a trabajar o el conductor atrapado en el tráfico, debido a las pistas mojadas.
Lima, por ejemplo, amaneció con una intensa lluvia de verano. En la ciudad, explica el psiquiatra peruano Humberto Castillo, lo más común es que este panorama inesperado despierte enojo y estrés en la población. "Además crea una sensación de amenaza en quienes viven en zonas de riesgo".
Según el especialista, hay un sentido pragmático o práctico que naturalmente va a generar fastidio en quienes no planearon salir con un paraguas o quienes el día anterior habían puesto a secar su ropa.
Por otro lado existe un sentido simbólico, común en gente que vive en el campo y asocia la lluvia a una buena cosecha.
En ambos casos, más que una influencia psicológica del clima, nosotros mismos predisponemos nuestro estado de ánimo, con relación al contexto en que nos encontramos o a los recuerdos que evocamos.
"A muchas personas se les activa generalmente recuerdos de la infancia que pueden ser placenteros o nostálgicos. También se pueden activar malos recuerdos que provocan frustración y cólera".
La lluvia y la productividad
Se puede asumir que un buen clima será favorable para sentirnos motivados en el trabajo, pero eso no necesariamente es así. Una investigación publicada en Journal of Applied Psychology determinó que un día lluvioso puede influir positivamente en la productividad, al contrario de un día soleado.
“En los días sombríos, los trabajadores simplemente están menos distraídos por el deseo de estar al aire libre”, señalan los autores.
El estudio señala que la gente hace muchas cosas de forma subconsciente debido al clima, y sugiere que los jefes pueden maximizar la eficacia de los empleados, si mejoran las asignaciones en la oficina, tomando en consideración el efecto del tiempo.
Comparte esta noticia