RPP Noticias entrevistó a representantes de gremios de voluntarias que apoyan en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) y del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña.
Cada 5 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Voluntarios, una fecha para rendir homenaje a esas personas que entregan su tiempo y trabajo al desarrollo de una mejor sociedad, sin pedir nada a cambio.
En la historia del Tahuantinsuyo, el ayni y la minka eran los ejemplos de trabajo voluntario de la época. Todos ayudaban al vecino o la comunidad, sin esperar nada a cambio, pues los incas sabían que si ayudabas a otros, recibirías ayuda cuando la necesites.
En la actualidad, el voluntariado es una actividad desinteresada que busca apoyar a diversas instituciones de carácter social. Hoy en el Perú existen asociaciones de apoyo voluntario a la comunidad. En el sector salud, el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) y el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) son las que cuentan con tienen las asociaciones de voluntarios más importantes del país.
Historias de entrega
Mirna Aspíllaga es presidenta de la Alianza de Apoyo al INEN (Alinen), una organización de apoyo al Instituto de Enfermedades Neoplásicas, que cuenta con 400 voluntarias y fue fundada en 1987 por las esposas de los médicos oncólogos.
Aspíllaga nos explicó que las 400 voluntarias apoyan a los pacientes en temas administrativos y orientación para pacientes y recuerda como decidió ser parte de esta labor.
En el Instituto Nacional de Salud del Niño, ubicado en el distrito de Breña, encontramos a Bertha Smith, quien es presidente de la asociación de voluntarias de este nosocomio.
El también conocido como Hospital del Niño es una institución en la que la asociación de voluntarias lleva apoyando 29 años a los pacientes de este centro médico con medicinas, albergue y todo lo que esté a su alcance para los pacientes de menos recursos. Smith asegura que sus ganas de ayudar la motivaron a ser voluntaria desde hace 20 años.
Si bien ninguna de ellas tiene formación en medicina, saben que su trabajo es loable e importante porque ayudan en la recuperación y orientación del paciente residente. Son las doctoras sin bata en cada uno de sus hospitales.
En nuestro país no existe una cifra estadística de cuántos voluntarios existen. Pero la labor de las 400 mujeres en Alinen y sus 180 compañeras del Hospital del Niño son la pequeña muestra de que un corazón grande puede ser el mejor soporte para cualquier enfermedad.
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