La formación de hábitos, valores y costumbres se pueden lograr mediante una disciplina positiva basada en el autocontrol.
En la sociedad de hoy, el cambio en el rol de tareas de los padres de familia han cambiado de sobremanera. Ya no son ellos los que salen a trabajar diariamente, sino que muchos han optado por trabajar usando la Internet desde sus casas. Esta flexibilidad laboral les ha permitido involucrarse más en el desarrollo físico, intelectual y emocional de sus hijos.
Los métodos de crianza de los llamados padres modernos son diferentes a los usados por las generaciones anteriores. La carga familiar está distribuida de manera equilibrada entre padres y madres, haciendo que la responsabilidad de las decisiones relacionadas a sus hijos sea de ambos.
Para una correcta crianza, los padres deben ofrecer amor, valores y educación a sus hijos, para formar hijos útiles para la sociedad. Esta ‘presión’ para criar jóvenes amables, inteligentes y con objetivos claros de su futuro hace que los padres, por temor o no, se conviertan en progenitores restrictivos. Los expertos los llaman padres helicópteros, debido a que siempre están dispuestos a ofrecer una posición de autoridad frente a posibles errores.
La formación de hábitos, valores y costumbres se pueden lograr mediante una disciplina positiva basada en el autocontrol, sin necesidad de llegar a la dominación. La autorregulación es uno de los hábitos que puede aprender un niño.
En el caso de los hiperpadres, estos son los que no pueden lidiar con la frustración de no lograr que sus hijos se comporten como ellos quieren. Al no tener confianza en que otras personas críen a sus hijos, ellos tratan de supervisar, a veces en extremo, las acciones de sus hijos.
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