Cada vez son más las voces que destacan la necesidad de contar con psicólogos en las escuelas públicas del país. Su presencia no solo es importante, sino esencial para el bienestar y desarrollo de los estudiantes. ¿Cuál es el impacto de estos profesionales en la vida escolar?
El pasado domingo 6 de abril se llevó a cabo el examen nacional para el Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (Serums), en el cual participaron más de cinco mil egresados de distintas carreras del sector salud. Dentro de este grupo, mil psicólogos se presentaron con el objetivo de ser destinados a diferentes regiones del país. De ellos, solo 350 fueron asignados a instituciones educativas, mientras que los 650 restantes cumplirán funciones en centros de atención primaria en salud.
Este resultado ha generado dudas sobre si la cantidad de psicólogos designados a las escuelas es realmente suficiente. El doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP, considera que deberían haberse destinado muchos más profesionales de la salud mental a las instituciones educativas, dado el rol crucial que desempeñan en el desarrollo y bienestar de los estudiantes. Para él, es fundamental fortalecer la presencia de psicólogos en los colegios para garantizar un entorno escolar más saludable.
El Dr. Huerta también señala que los psicólogos escolares cumplen múltiples funciones esenciales. Entre ellas, destaca la evaluación de la salud mental de los alumnos, una tarea clave para identificar desafíos académicos, discapacidades y necesidades específicas. Estos profesionales analizan dicha información para elaborar planes de apoyo personalizados, trabajando en estrecha coordinación con docentes y directores. Esta labor contribuye directamente a mejorar el desempeño escolar y el bienestar emocional de los estudiantes.
Además de evaluar y apoyar a los estudiantes, los psicólogos escolares también desarrollan programas educativos individualizados. Estos programas consisten en orientar a los docentes sobre cómo adaptar su enseñanza para alumnos que presentan alguna condición. Por ejemplo, si un niño ha sido diagnosticado con déficit de atención, el psicólogo trabaja en conjunto con el maestro para elaborar un plan de enseñanza personalizado que se adecúe a las necesidades específicas de ese estudiante, con el fin de facilitar su aprendizaje y mejorar su rendimiento escolar.
Otra de las funciones fundamentales de los psicólogos en las escuelas es la implementación de programas de intervención y prevención. A través de estas iniciativas, se promueven campañas sobre salud mental dirigidas a toda la comunidad escolar. Estas actividades buscan sensibilizar y educar a los estudiantes, docentes y familias, con el objetivo de mantener el tema de la salud mental presente y activo dentro del entorno educativo, y así prevenir posibles situaciones de riesgo.
Asimismo, los psicólogos cumplen un rol clave como enlace entre la escuela y las familias. Están disponibles para atender consultas tanto de los maestros como de los padres de familia. Si un padre nota que su hijo se muestra triste, retraído o tiene algún cambio de comportamiento, puede acudir al psicólogo escolar para conversar y recibir orientación profesional. Esta colaboración cercana ayuda a detectar a tiempo posibles dificultades y a ofrecer el acompañamiento necesario para el bienestar del estudiante.
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