París-Dakar surgió en 1978, luego de un error de Thierry Sabine, quien creó una aventura que, años después, terminó con su vida. Hoy la carrera se realiza en Sudamérica, y este año será solo en Perú.
Dakar suena a ruedas. De autos, motocicletas, cuatrimotos o camiones. Da igual. A ruedas y carrera. A arena, desiertos, retos extremos y velocidad. Dakar suena a ruedas, pero hace 42 años, antes de que un hombre se perdiera, solo sonaba a ciudad.
Dakar es la capital de Senegal. Se ubica en la costa occidental africana y, entre los siglos XVI y XIX, fue el mayor centro para el tráfico de esclavos hacia América. Recién en 1979 –hace ya cuatro décadas– se convirtió en el punto de llegada del Rally que ahora lleva su nombre, gracias a un francés que, por error, se pasó días en medio del Sahara.
El hombre perdido fue Thierry Sabine, un motociclista de 28 años que, en 1977, mientras participaba del rally Abidjan–Nice (hoy República de Costa de Marfil y Riviera Francesa), se equivocó en un tramo de la prueba y quedó a la deriva solo, junto a su moto, en Le Ténéré.
Desierto de desiertos. Así lo llaman. Se localiza en la parte centromeridional del desierto cálido más grande del mundo. Las temperaturas van de 8.4° a 42.4°C. Cuatrocientos mil km2 de extrema aridez.
Tuvo que ingeniárselas para sobrevivir hasta ser rescatado por los organizadores, pero, lejos de tener algún trauma, decidió que era una aventura que debía repetirse. Entusiasmado, le comentó la idea a Jean Claude Bertrand, el ideólogo del rally en el que se había extraviado. Sin embargo, la respuesta fue negativa: le parecía poco interesante a nivel comercial.
El que la sigue...
Thierry no se rindió. Si necesitaba algún atractivo mediático a su proyecto, además de ser una carrera en condiciones extremas, ese sería el punto de partida y llegada: desde los jardines de El Campo de Marte, a los pies de la torre Eiffel, hasta Dakar, la capital de Senegal.
Así lo hizo. El 26 de diciembre de 1978, tras juntar a un grupo de aficionados, y solo con la idea de divertirse, partió hasta Sète, cruzó en barco a Argel y, ya en territorio africano, dio inicio a una competencia de 5 mil 534 km., entre el 31 de diciembre y el 14 de enero de 1979. Los ganadores fueron Christian Contamine y Alain Génestier, en un Range Rover, y Cyril Nevey, en una Yamaha XT 500. Ese fue el nacimiento del rally París-Dakar.
Con el tiempo, la prueba se hizo mucho más popular: crecieron los participantes y los sponsors. Pero Thierry no pudo disfrutarlo por mucho tiempo. En 1986, a los 36 años, falleció luego de que el helicóptero en el que supervisaba la carrera chocara con una duna, en Malí, país que limita con Senegal.
Las causas exactas aún no se conocen. Lo que sí se supo es que siempre pidió que, de pasarle algo, la carrera debía continuar y sus cenizas tendrían que esparcirse por el desierto de Ténéré, donde se perdió y nació el París-Dakar.
Las siguientes rutas
Pese a su fallecimiento, la carrera siguió realizándose todos los años. Sin embargo, debido a diversos accidentes, y problemas económicos y políticos entre los países de tránsito, la ruta fue variando.
1999: Granada – Dakar
2000: París – Dakar – El Cairo
2001: París – Dakar
2002: Arras – Madrid – Dakar
2003: Marseille – Sharme el-Sheij
2004: Clermont-Ferrand – Dakar
2005: Barcelona – Dakar
2006: Lisboa – Dakar
2007: Lisboa –Dakar
En 2008, tras una amenaza de ataque terrorista por parte de Al Qaeda, no se llevó a cabo. Y, desde entonces, el rally París-Dakar dejó de iniciar en París y de terminar en Dakar. Pero esta última ciudad le sigue dando el nombre, aunque su recorrido sea, hace ya 10 años, en Sudamérica.
Dakar es la capital de Senegal, pero suena a ruedas. De autos, motocicletas, cuatrimotos o camiones. A ruedas y carrera. A desiertos, retos extremos y velocidad. Y este año, además, suena a Perú.
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