El automóvil del piloto español perdió una rueda y perdió dos horas y media en repararlo. Al final llegó en el puesto 63 de la clasificación general.
Luego de un sólido debut el domingo en el Dakar, el español Fernando Alonso descubrió las vicisitudes del rally en la segunda etapa en Neom, en Arabia Saudita, donde perdió una rueda y se dejó más de dos horas y media.
Consciente de su falta de experiencia en la disciplina, el doble campeón del mundo de Fórmula 1 había advertido que no acudía a Arabia Saudita en busca de la victoria final, pero es posible que no esperara verse tan lejos al final de la segunda etapa.
Llegado a Neom 2 horas y 34 minutos por detrás del vencedor, su compañero de equipo en Toyota Giniel De Villiers, el español ocupa la 48ª posición de la clasificación general.
Una "gran piedra" en el kilómetro 160 le causó todos esos problemas. "Nos ha dicho 'sorry', creo que sabe que es su culpa", comentó Jean-Marc Fortin, director de Toyota Overdrive.
El incidente le costó su rueda delantera izquierda, "arrancada completamente". "Tenía lo necesario (herramientas) para repararlo pero primero tuvo que encontrar la rueda porque se había ido muy lejos", añadió Fortin. "Cuando la encontraron, ya no era redonda sino oval".
El objetivo de Alonso en esta 42ª edición del Dakar no ha cambiado. El español, en busca de experiencias en las carreras más importantes del automovilismo desde su retirada de la F1 en 2018, quiere aprovechar la experiencia y llegar al final de las 12 especiales, a ser posible con "golpes de efecto".
Cegado
Relajado a su llegada pese al incidente, Alonso, cuyo copiloto es su compatriota Marc Coma, explicó que fue cegado por el polvo de otros participantes delante de él.
"Cuando se viene al Dakar, se viene también por los riesgos que comporta. Hoy es uno de ellos. Estoy contento de estar aquí y de poder continuar el rally", dijo el español.
(Con información de AFP)
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