Los nuevos protocolos de trabajo durante la pandemia son un reto para los padres y madres. Por ello, es importante seguir estos consejos para continuar velando por el desarrollo cognitivo y emocional de las niñas y niños.
Durante los primeros años, los niños y niñas construyen todas las capacidades físicas, cognitivas y emocionales que les permitirán lograr una mayor autonomía e interacción con su entorno cuando crezcan. Gracias a este proceso serán capaces de regular emociones, plantear y alcanzar metas importantes, empatizar con otros, crear y mantener relaciones positivas, resolver problemas, y tomar buenas decisiones.
Este vínculo se forma entre la niña o el niño con su madre o adulto significativo a partir de la interacción diaria en los momentos de juego, conversación, lectura y cualquier demostración afectiva. Estas actividades también tienen consecuencias importantes en el aprendizaje del menor, pues los cuidadores estimulan las conexiones neuronales que sientan las bases del desarrollo cerebral.
Para muchos padres y madres, la posibilidad de quedarse más tiempo en casa durante la pandemia es una oportunidad para pasar más tiempo con sus pequeños. Sin embargo, es necesario reconocer que las familias no contaban con planificación previa para conciliar las tareas del hogar y de crianza con modalidades como el teletrabajo o, en algunos casos, el tener que trasladar sus negocios o emprendimientos al interior del hogar.
Por esta razón, te contamos algunas recomendaciones que, según Unicef, pueden ayudarte a combinar mejor el trabajo con el cuidado de tus hijos e hijas:
1. Es importante ajustar las expectativas de lo que es posible hacer en esta situación.
Ten en cuenta que estás combinando el teletrabajo o trabajo desde casa con otras labores demandantes como el acompañamiento escolar, cuidado de la salud en familia, tareas del hogar, el cuidado y crianza de los niños y niñas, y la incertidumbre por lo que pasará.
Por ello, es importante revisar con calma las distintas responsabilidades que tienes y hacer una planificación realista y cuidadosa con lo que es posible hacer con tu bienestar y el de los niños. Recuerda que vivimos una situación sin precedentes y no podrás atender a todo y rendir como quisieras, y eso está bien.
2. Organiza de forma realista los tiempos que puedes destinar a los niños y al trabajo.
Es importante definir momentos para estar disponible para los niños y para el trabajo. Los tiempos deben estar divididos durante el día y cuando se trata de niños pequeños, se debe considerar combinar el horario de trabajo con pausas entre los adultos del hogar para atenderlos.
Además, deben compartirse las tareas y responsabilidades del hogar equitativamente entre los adultos del hogar. Esto facilitará los tiempos de trabajo y puede ser una oportunidad para involucrar más a los hombres en las labores domésticas y el cuidado de los niños.
3. Muéstrate disponible para atender las necesidades de los niños.
Algo que ayudará es comenzar el día con un tiempo de dedicación exclusiva a los niños. De este modo comenzarán el día sintiendo mayor seguridad de la presencia del adulto, y es probable que eso les permita estar más tranquilos el resto del día.
Si, mientras estás trabajando o en una reunión, tu niño te pide algo o necesita de tu atención, te sugerimos atender a su inquietud, y luego explicarle de manera tranquila y clara que volverás a concentrarte en tu trabajo. Para los niños y niñas es importante sentir que hay un adulto disponible para ellos si necesitan algo, así ellos se sienten tranquilos y tú podrás trabajar con mayor tranquilidad.
4. No sobre exigirse ni hacerlo con los niños.
Actualmente vivimos una situación fuera de lo común y todos hacemos lo mejor posible. Este es un tiempo para ser flexibles, observar lo que los niños necesitan e ir ajustando las rutinas y los horarios en función de eso.
5. Organiza un plan flexible y realista de trabajo en cuanto a los tiempos
Si eres trabajador, en lo posible convérsalo con tu empleador. Es mejor acordar objetivos realistas para poder cumplir con lo comprometido y así, podrás disminuir un posible cuadro de estrés.
Se pueden definir algunos momentos en el día en que tendrás mayor disponibilidad y otros en que estarás atendiendo las responsabilidades domésticas y del cuidado de los niños. Se pueden acordar horarios flexibles desde casa considerando que el trabajo será interrumpido por las tareas del hogar y la necesidad de cuidado de los niños.
¿Qué hacer si trabajas fuera de casa?
Tras la reactivación económica, gran parte de la ciudadanía ha vuelto a las calles con todas las medidas de bioseguridad para continuar con sus labores. Pese a que las horas fuera de casa pueden ser un obstáculo para dedicar más tiempo a la crianza de los pequeños, es relevante recordar que cuidar también es prestar atención a su salud física y emocional.
De esta manera, los padres y madres que trabajan fuera de casa deben tener en cuenta que actualmente vivimos en un escenario de incertidumbre y los menores saben que algo está pasando. Así que pensando en que tienen derecho a estar enterados, pero aún no han adquirido la madurez suficiente para poder entender algunos aspectos biológicos, sociales y económicos de esta pandemia, es importante hablarles de la COVID-19 según su edad.
Con este conocimiento, los padres y madres pueden aprovechar este momento para sentar las bases de la prevención que les permitirán ser responsables sobre su salud y la de otras personas a lo largo de su vida. Por ejemplo, pueden empezar a explicar la importancia de lavarse las manos para prevenir enfermedades y mantener una distancia de un metro entre las personas.
De igual forma, cuando alguien en casa tiene COVID-19, es importante que las niñas y niños pequeños conozcan la situación y sepan cuáles son los comportamientos adecuados para cuidarse los unos a los otros evitando contagiarse. Además, recordarles la importancia del aislamiento social para cuidarnos y proteger a los demás con explicaciones sencillas como “así te podemos cuidar mejor si te empiezas a sentir enfermo y evitamos que el virus siga viajando a otros niños”.
Asimismo, Unicef señala que juntos pueden inventar nuevas formas para demostrar cariño, guardando la distancia de la persona que está enferma. Para aliviar la situación, pueden pensar en maneras creativas e incluso divertidas de comunicarse con esa persona enferma, como abrazos o besos voladores, señales secretas que solo tu hijo o hija y la persona enferma entiendan, o cualquier otra que se les ocurra.
Comparte esta noticia