El 75% de empresas peruanas tiene como prioridad promover la economía circular, según un estudio de Centrum PUCP. ¿Cómo van avanzando las compañías en sostenibilidad? Los detalles a continuación.
El Perú cuenta con leyes para asegurar la protección del medio ambiente, sobre todo, siendo uno de los países con mayor biodiversidad alrededor del mundo. De acuerdo al artículo 9º de la Ley Nº 28611, Ley General del Ambiente, el objetivo de la Política Nacional del Ambiente es mejorar la calidad de vida de las personas y la existencia de ecosistemas saludables, viables y funcionales en el largo plazo.
En esa línea, las empresas son uno de los actores principales para garantizar el desarrollo sostenible del país, mediante la prevención, protección y recuperación del ambiente y también del aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
Educación ambiental dentro de las empresas
Para conseguir ello, la educación ambiental dentro de las industrias es uno de los primeros pasos que deben dar las empresas. Maria de Pilar Medina, coordinadora de Perú Sostenible, explica que esto consiste en “una serie de actividades o iniciativas que buscan sensibilizar a diferentes tipos de audiencia o personas con las que la empresa está vinculada sobre sus impactos ambientales”. De esta manera, se convierte en una herramienta valiosa para fortalecer capacidades e implementar buenas prácticas ambientales empresariales.
“En Perú Sostenible tenemos un par de empresas que ya lo hacen [aplicar la gestión ambiental], no solo en términos de educación, si no que tienen atrás una estrategia de gestión ambiental bastante sólida”, comenta Medina. Algunos ejemplos son la iniciativa Recicla Consciente de Plaza Vea y Macro que busca sensibilizar a ciudadanos y clientes para incrementar el porcentaje del reciclaje en este sector, además de gestionar infraestructura
Minera Poderosa es otra de las empresas, dentro de Perú Sostenible, que promueve este tipo de proyectos. “Dentro de su programa de capacitaciones para el personal tienen una malla de temas sobre cuáles son las normas ambientales que se deben cumplir, por ejemplo”, cuenta.
De esta manera, se entiende que la educación ambiental como herramienta es útil no solo cuando hay que adaptarse a una regulación ambiental si no también cuando la organización quiere ir un paso más allá en la sostenibilidad.
Avance y desafíos por resolver
La experta agrega que es importante entender que las iniciativas de educación ambiental deben estar respaldadas por una estrategia de gestión de impactos ambientales. Para hacerlo, las empresas deben identificar los principales impactos que sus operaciones tienen en los entornos naturales. “Va desde cómo conseguimos la materia prima, hasta los procesos de producción y distribución o desecho de productos que tenemos dentro de la compañía”, explica.
En esa línea, afirma que se está avanzando, pero aún existen retos por resolver. “La implementación de gestión de impactos ambientales en las empresas avanza. El 75% tiene como prioridad promover la economía circular, según una encuesta de CENTRUM PUCP en el 2021”, refiere.
Si bien, el trabajo de las grandes corporaciones está avanzando, el reto está en las pequeñas y medianas empresas. “Debemos extender estas buenas prácticas hacia estas empresas. Lo que ocurre es que las Pymes no tienen la prioridad de gestión de impactos ambientales porque tienen otra gran prioridad que es la de generar estabilidad económica”, explica. Para ello se debe trabajar también en la sensibilización, educación y en los beneficios que significa la gestión ambiental.
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