La arquitecta Estefany Veli investiga el uso de tejidos de fibras vegetales utilizadas en las construcciones de la Selva Central para integrarlas con modelos de arquitectura actuales y sostenibles.
El Perú es un país de gran diversidad étnica, donde según el último Censo Nacional, cerca de 80 mil peruanos se identificaron como pertenecientes a alguno de los más de 50 pueblos indígenas de la Amazonía. En ese sentido, también existen múltiples manifestaciones culturales como la danza, la música, la gastronomía, los textiles, las lenguas, la vestimenta tradicional, entre otros.
La Unesco, por su parte, señala que la revalorización continua de estas culturas e identidades proporciona inspiración para la creatividad contemporánea y promueve el acceso y disfrute de la diversidad cultural. Por ello, se destaca el trabajo de Estefany Veli Gonzáles, una arquitecta peruana que busca articular la construcción tradicional de las comunidades nativas con la arquitectura actual.
“El problema es la falta de información. Se suele minimizar las prácticas culturales indígenas poniendo en riesgo la pérdida de conocimientos y materiales ancestrales que son valiosos. Mi trabajo es una investigación sobre los tejidos de fibras vegetales y el uso de elementos estructurales tradicionales de las comunidades ashaninkas, nomatsiguengas y kakintes de la Selva Central”, cuenta la joven.
Con su proyecto, “Simbiosis, arquitectura desde mi comunidad, encarando los conflictos”, investiga sobre el uso de tejidos de fibras vegetales y va realizando un inventario de los productos que se utilizan en las construcciones de las comunidades ubicadas en Satipo, San Martín de Pangoa y Mazamari, todas ellas ubicadas en Satipo, región Junín.
Estefany creció en Oventeni, una comunidad agropecuaria de Ucayali, donde sus padres vendían productos agrícolas. Allí conoció a ciudadanos asháninkas que llegaban al mercado para realizar sus compras. “Conocí su realidad, las pocas oportunidades que tienen para estudiar y reflexioné: ¿cómo puede ser que yo, teniendo la oportunidad de estudiar, no la aproveche?”, recuerda la arquitecta. Es así como empezó a mejorar en el colegio hasta llegar a los primeros puestos y obtener una beca para continuar sus estudios superiores.
Ahora, ella usa todos los conocimientos adquiridos para identificar cómo diferentes tejidos vegetales pueden utilizarse como alternativas ecológicas y biodegradables para los hogares. “Creo que deben revalorarse los conocimientos indígenas porque pueden ser un bien común para toda la sociedad. Con estas técnicas podemos desarrollar una arquitectura sostenible, que sea amigable con el medioambiente”, concluye Estefany.
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