Los investigadores especulan que estos huevos tienen al rededor de 120 millones de años.
(Agencia N+1 / Adrian Díaz) Gran conmoción está causando el hallazgo de más de 200 huevos fosilizados de pterosaurio, reptiles voladores que vivían junto a los dinosaurios, en el noroeste de China. Lo sorprendente es que muchos aún cuentan con sus embriones perfectamente preservados. Un estudio publicado en la revista Science nos da más detalles sobre esto.
Los pterosaurios (Hamipterus tianshanensis) fueron las primeras criaturas, después de los insectos, que pudieron volar en lugar de solo saltar y deslizarse. Se sabe, además, que existieron hace 225 millones de años y se extinguieron hace 65. Aunque los científicos han estudiado a estos reptiles durante casi 2 siglos, no se había encontrado sus huevos hasta principios de la década pasada. El responsable del hallazgo es el paleotólogo Xiaolin Wang, de la Academia China de Ciencias.
Increible hallazgo
El descubrimiento tuvo lugar en la región de Hami (noroeste de China), en un bloque de arenisca de 3 metros de largo. Con al menos 215 huevos fosilizados, se trata de la mayor concentración de huevos de vertebrados extintos conocida hasta el momento. La clave de su importancia radica en no solo su cantidad sino además en su calidad. Y es que muchos se encuentran en un magnífico estado de conservación, lo que ha permitido sacar nuevas conclusiones sobre los pterosaurios.
Estos huevos tienen una edad de 120 millones de años. Los investigadores especulan sobre lo que pudo haber sucedido en ese entonces. Cuando una lluvia repentina inundó un río, cientos de huevos de pterosaurios enterrados en arena poco profunda o debajo de una capa de hojas o hierba (como solían tenerlos) fueron arrastrados río abajo, junto con varios individuos mayores. El sedimento rápidamente enterró los huevos y los huesos, haciendo que estos no se pudrieran, sino que se conservaran como fósiles.
Conocer el pasado
Según Sciencemag, los investigadores utilizaron tomografías computarizadas tridimensionales para medir algunos de los huesos de los embriones, luego tomaron rodajas finas de algunos con el objetivo de saber qué tan maduros eran.
“De los [fósiles] más extraordinarios que he visto”, dijo David Unwin, paleontólogo de la Universidad de Leicester del Reino Unido. Aunque no estuvo involucrado en el trabajo, sugiere, sin estar totalmente convencido, que las crías de pterosaurios pudieron haber necesitado del cuidado de sus padres hasta cierta edad. Alexander Kellner, coautor del estudio, apoya su idea basado en sus propias observaciones de un huevo bastante bien conservado.
Estos embriones tenían las extremidades posteriores más desarrolladas que las anteriores. Por esa razón, Kellner menciona que probablemente las crías de pterosaurios podían caminar cuando nacían pero no volar. Observó además que parecían ser desdentados, por lo que habrían necesitado ser alimentados por sus padres en edades tempranas. Charles Deeming, un experto en reproducción de reptiles de la Universidad de Lincoln, advierte sobre sacar conclusiones apresuradas. Afirma que el hallazgo es “notable por la cantidad de huevos en asociación con pterosaurios adultos y juveniles” pero que “uno de los peligros… es que a menudo se les sobreinterpreta”.
Comparte esta noticia