La misión de Blue Origin no contaba con tripulación durante su vuelo.
El vuelo NS-23 de la empresa Blue Origin de Jeff Bezos sufrió una anomalía este lunes, provocando una movida de emergencia para salvaguardar su carga.
El vuelo empezó a fallar tras 64 desde su lanzamiento en Texas, Estados Unidos. Por fortuna, no hubo ningún tripulante en la cápsula.
¿Qué pasó con el vuelo NS-23?
La compañía Blue Origin manifestó a través de su cuenta de Twitter que “estamos respondiendo a un problema esta mañana en nuestra ubicación de Launch Site One en el oeste de Texas”.
“Esta fue una misión de carga útil sin astronautas a bordo. El sistema de escape de la cápsula funcionó según lo diseñado”, asegura la compañía.
Debido a la emergencia, la cápsula se desprendió del cohete a 8 kilómetros del suelo, regresando con gran velocidad a la superficie. Gracias a sus paracaídas, pudo aterrizar sin problemas.
“Parece que hemos experimentado una anomalía con el vuelo de hoy”, dice el comentarista durante la transmisión en vivo. “Esto no fue planeado y aún no tenemos detalles. Pero nuestra cápsula de tripulación pudo escapar con éxito, seguiremos su progreso hasta el aterrizaje".
No habría riesgos para nadie
Pese a lo riesgoso de la movida, el acto tampoco hubiese tenido heridos si es que la capsula hubiese contado con tripulación.
Blue Origin es la compañía de vuelos espaciales fundada por el fundador y ex CEO de Amazon, Jeff Bezos, y que recientemente llevó a un grupo de personas al borde del espacio en junio, lo que marcó su quinta misión tripulada.
En un comunicado, la Administración Federal de Aviación (FAA) dijo que supervisará la investigación sobre el fallo de la misión de hoy para conceder nuevos permisos de vuelo a la compañía.
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