Pese a la importancia de este descubrimiento, aún es necesario traer los materiales de Marte a la Tierra para estudiar su origen. Esta evidencia no es prueba definitiva de vida en el Planeta Rojo.
El rover Perseverance ha encontrado evidencia de compuestos orgánicos en el cráter Jezero en Marte.
A través de una publicación en la revista científica Nature, los científicos han detallado que se ha encontrado una colección diversa de moléculas orgánicas en la superficie marciana. Pese al entusiasmo por el descubrimiento, no es una prueba irrefutable de vida extraterrestre.
Lo que se encontró en Marte
La autora principal del estudio es Sunanda Sharma, científica planetaria del Instituto de Tecnología de California en Pasadena.
Para llegar a este hallazgo, los científicos examinaron los datos de SHERLOC, la herramienta del Perseverance que es capaz de realizar mapas y análisis de moléculas orgánicas a escala fina.
El grupo descubrió evidencia de muchas clases diferentes de moléculas orgánicas. Ella refiere que los compuestos orgánicos están compuestos de carbono y que pueden incluir elementos como hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo o azufre. Sin embargo, no se conoce con exactitud la composición de las muestras.
“Son una pista emocionante para los astrobiólogos, ya que a menudo se los considera componentes básicos de la vida”, señala Sharma a Space.com.
Eso sí, los autores son conscientes que, en realidad, argumentar que estos componentes son creados por vida es inconsistente.
"Como científicos planetarios y astrobiólogos, somos muy cuidadosos al presentar afirmaciones: afirmar que la vida es la fuente de compuestos orgánicos o posibles firmas biológicas es una hipótesis de último recurso, lo que significa que tendríamos que descartar cualquier fuente de origen no biológica”, refiere.
Las pruebas fueron encontradas en 10 objetivos que Perseverance perforó en las formaciones rocosas llamadas Máaz y Séítah, los cuales tienen un periodo de tiempo de al menos 2300 millones de años.
Teorías
Descartando de forma inicial un proceso biológico, la autora señala que las primeras sugerencias del origen de estas moléculas es que se podrían haber formado a partir de varios minerales y de diferentes mecanismos.
"Ver que las posibles señales orgánicas difieren en términos de tipo, número de detecciones y distribución entre las dos unidades del suelo del cráter fue sorprendente y emocionante", dijo Sharma. "Eso abre la posibilidad de diferentes mecanismos de formación, preservación o transporte a través del cráter y, más ampliamente, la superficie de Marte".
Por el momento, es necesario que las muestras sean devueltas a la Tierra para poder conocer con exactitud la presencia de las moléculas orgánicas y sus tipos específicos, lo que ayudaría a despejar su origen.
Para ello, tendrán que esperar a la misión Mars Sample Return (MSR) que no se lanzará hasta finales de década.
“Hasta ahora, las únicas rocas marcianas que hemos podido estudiar en la Tierra han sido meteoritos. Tener en nuestras manos rocas intactas de Marte, cuidadosamente almacenadas y protegidas de la contaminación, será invaluable para la ciencia planetaria”, refiere Joseph Razzell Hollis, un astrobiólogo con sede en Londres.
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