Las muestras del asteroide Bennu aterrizaron en el desierto de Utah tras ser lanzadas desde el espacio por la sonda OSIRIS-Rex.
Este domingo la NASA realizó una importante misión de rescate de muestras extraídas desde el asteroide Bennu, una roca espacial que incluso tiene una posibilidad (aunque bajísima) de impactar con nuestro planeta.
A más de 100 mil kilómetros de altitud, la nave OSIRIS-Rex dejó caer la cápsula con un aproximado de 250 gramos de material del asteroide, los cuales fueron rescatados del desierto de Utah y almacenados por los científicos de la NASA.
¿Gérmenes extraterrestres?
Bennu es una roca diminuta a comparación de otras, de aproximadamente medio kilómetro de ancho. No tiene nutrientes, ni atmósfera, ni agua (aunque algunas rocas de asteroides fueron alteradas por el agua). Está bañado por luz ultravioleta, conocida por su capacidad para destruir tejido biológico.
El objetivo inicial de la agencia era solo recoger 60 gramos, pero incluso se ha podido cuadruplicar dichas expectativas.
Hay muchos escenarios (como la de la panspermia) que plantean la hipótesis de que la vida viaja por el cosmos a través de asteroides, meteoritos y cometas. Pero en el caso de Bennu, señala la NASA, si este fuera el caso, la vida no soportaría a tanta luz ultravioleta ni los rayos cósmicos del ambiente.
Por su parte, las muestras también han sido aisladas en una cápsula creada específicamente para aislarla de los gérmenes propio de nuestro planeta.
El diseño tiene una intrincada estructura laberíntica en su interior para minimizar la contaminación. Después de que la cápsula aterrizó, el equipo también recogió muestras del área donde aterrizó para descartar contaminación.
"La entrega exitosa de muestras de Bennu a la Tierra es un triunfo del ingenio colaborativo y un testimonio de lo que podemos lograr cuando nos unimos con un propósito común", dijo en un comunicado el investigador principal de OSIRIS-Rex, Dante Lauretta. "Ahora tenemos una oportunidad sin precedentes para analizar estas muestras y profundizar en los secretos de nuestro sistema solar".
El camino de las muestras
Una vez aterrizada, la cápsula fue inspeccionada para asegurarse de que fuera seguro acercarse. Luego se empaquetó y se transportó por aire a una sala limpia donde se quitaron el escudo térmico y la carcasa trasera, y luego se lavó todo el recipiente de muestra con nitrógeno para eliminar el oxígeno y la humedad.
Este lunes fue trasladado en un avión Boeing C-17 al Centro Espacial Jonhson de la NASA, en Texas. Allí la muestra se abrirá, dividirá y compartirá con otros para su análisis científico.
El análisis científico comenzará inmediatamente. En los próximos meses se empezarán a publicar conocimientos, descubrimientos y artículos que continuarán durante las próximas décadas.
Las muestras devueltas recolectadas de Bennu ayudarán a los científicos de todo el mundo a hacer descubrimientos para comprender mejor la formación de planetas y el origen de la materia orgánica y el agua que dieron lugar a la vida en la Tierra, además de beneficiar a toda la humanidad al aprender más sobre asteroides potencialmente peligrosos.
Según los datos proporcionados por la NASA, existe la posibilidad de que el asteroide Bennu impacte la Tierra en 159 años, específicamente el 24 de septiembre de 2182. En el escenario hipotético de una colisión, se estima que este evento podría liberar una cantidad de energía equivalente a la producida por 22 bombas atómicas.
No obstante, los científicos subrayan que la probabilidad de que esto ocurra es extremadamente baja, con un índice de 1 en 2700, lo que representa apenas un 0.037 por ciento de probabilidad.
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